Cuando mi hijo Juan Mauricio llegó a la edad de ejercer el sufragio lo quise motivar para que hiciera uso de ese derecho que le confiere la democracia.
Sin embargo, él objetó mi proposición diciendo: para qué votar si todos van a lo mismo, a robar.
“En ese caso hay que votar por el que menos va a robar”, argumenté sin meditar que el potencial votante tomaría al pie de la letra mi irónica respuesta.
Reprochó mi contestación con el razonamiento de que las elecciones deben ser para escoger a ciudadanos íntegros porque van a servir al pueblo no a servirse del pueblo ni en lo más mínimo.
Lo cierto es que los políticos se han desacreditado tanto que, especialmente los nuevos electores, no creen en ellos.
Muchas veces los candidatos en los que los ciudadanos depositan toda su confianza al votar, cuando llegan al poder hacen todo lo contrario a lo que prometieron en campaña electoral, especialmente en lo que se refiere a la honestidad.
La historia se repite en los gobiernos de los distintos colores e ideologías políticas con distintos actores como en una serie de Netflix.
El anterior presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (JOH), se encuentra purgando una pena de 45 años en una cárcel de Nueva York, Estados Unidos, por delitos relacionados con el narcotráfico.
La hondureñidad fue sorprendida nuevamente la semana anterior por un video difundido en redes sociales y medios de comunicación en el que aparece Carlos Zelaya, hermano del expresidente Manuel Zelaya Rosales, reunido con tres reconocidos narcotraficantes hablando sobre la entrega de una millonaria cantidad de dólares.
La reunión fue grabada por el mismo reloj del “Cachiro” Devis Leonel Maradiaga que también grabó a Tony Hernández, hermano de Juan Orlando Hernández, en una reunión similar.
Por el largo tiempo que Devis Leonel Maradiaga anduvo la microvideograbadora en su reloj de puño, se supone que también presentó, en la Corte de Nueva York, videos aún no difundidos, en los que aparecen otros políticos involucrados en la actividad del narcotráfico sin ser enjuiciados.
Analistas consideran que aunque el tratado de extradición entre Honduras y Estados Unidos sea anulado, el Tío Sam no quitará la vista de narcotraficantes hondureños en la sombra.
En consecuencia de todo lo anterior el llamado a los jóvenes es que no dejen de ejercer el sufragio en las siguientes elecciones aunque sea para depositar su voto en blanco, si no encontraran el candidato idealizado por ellos.
