“Lo que le concedemos a la memoria quizá se lo quitamos a la especulación”: Francisco Umbral.
La definición de especular significa reflexionar en un plano exclusivamente teórico, hacer conjeturas sobre algo sin conocimiento. Es difícil a veces experimentar la especulación; sobre todo cuando se hace sufrir las masas para concentrar la riqueza , limitar la oferta es duro cuando se intenta comprar los bienes o activos baratos para venderlos cuando se especula posteriormente que está más caro; el ser humano hace una práctica profesional la especulación sea con el clima, partido de fútbol, proyecciones; la realidad es que la especulación hace que lo que no funciona caiga más de prisa; los riesgos de la especulación es crear burbujas y dificultar que los cambios se den lentos y progresivos; pero la especulación en sí misma no crea los problemas, estos ya existen sin las decisiones correctas. Cada vez que se desvirtúa el concepto esencial de la palabra, como si lo tiñera en una nueva definición que no hace justicia con su precisión inicial, es decir usar palabras que en el lenguaje práctico que puedan redefinir y hacer que las palabras digan lo que no dicen dando un significado distinto. Estamos viviendo en una sociedad que se alimenta de la especulación, toda persona a la hora de hablar, opinar son médicos, entrenadores, abogado, demos al César lo que es de él y a Dios lo que es de Dios. “Destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo”. 2 Corintios 10:5 NBLH. Este siglo XXI se nos abrió la puerta de las redes sociales y nos permite reencontrarnos con el pasado y el futuro en relaciones; pero desagraciadamente también se han convertido en espacios para ser usados por especuladores para el odio, falsedad y engaño. Es el tiempo de vivir sabiamente cada día.