26/04/2024
10:49 AM

El llanto de un niño

Alfredo Haces

Qué conmovedor y lamentable saber que el desesperado llanto de un niño de dos años fue la alarma para que los vecinos del barrio Cieneguita de Puerto Cortés le atendieran y luego darse cuenta de que dentro de ese cuarto yacía el cadáver de su joven madre.

Según datos policiales, este niño tenía tres días de estar junto al cuerpo sin vida de Kimberly Mejía Villatoro, pues Medicina Forense dictaminó que fue asesinada el domingo pasado y que tenía un disparo de arma de fuego en la cabeza.

Una madre soltera que chineando a su hijo se había venido huyendo del municipio de Choloma a esa ciudad puerto en busca de seguridad y donde encontró la muerte, dejando un niño huérfano. Donde la hipótesis policial es como una fotocopia más donde confirman todo detallado, el qué pasó, quién murió, dónde sucedió, cómo se registró y cuándo sucedió.

Pero que las autoridades encargadas de la investigación será difícil que confirmen por qué o para qué y peor quién o quiénes fueron los homicidas.

Otra triste, penosa y condenable historia que se suma a la larga lista de “femicidios”, y donde la mayoría quedan archivadas por la impunidad en los diferentes juzgados de los 298 municipios a nivel nacional.

Según datos de la oficina de la Coordinación Defensora de la Mujer de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, desde el mes de enero a septiembre del año 2022 se han registrado más de 200 homicidios de mujeres en diferentes partes del país. Siendo un promedio del 90% o más de estos casos que han quedado impunes.

Este tipo de violencia, además que quita una valiosa vida, en la mayoría de los casos deja huérfanos a la deriva del destino en un país llamado Honduras.