Por Kenneth Chang/The New York Times International
Rockwood, Texas — Durante el día, esta área en el escasamente poblado centro de Texas no tiene nada de especial. Once edificios, casi idénticos, parecen enormes cobertizos aburridos. No hace mucho, vacas pastaban aquí.
Pero al ponerse el Sol un día despejado, los edificios rechinan y crepitan al tiempo que se desliza hacia atrás del techo de cada cobertizo
Al interior de los cobertizos quedan a la vista cientos de telescopios que se mueven y hacen piruetas, el despertar de un ejército de robots. Sus dueños no se ven por ningún lado.
Esto es Starfront Observatories. Si desea explorar el universo, pero no quiere estar a la intemperie, este podría ser el lugar ideal. En nuestra era digital, la astronomía amateur puede ser un pasatiempo dirigido a control remoto y mucho más sofisticado.
Los telescopios actuales ofrecen mucho más que una vista ampliada del cielo nocturno. El objetivo es la astrofotografía: tomar fotografías exquisitas de larga exposición de objetos lejanos. “Es la forma más eficiente de practicar astronomía”, comentó Dustin Gibson , cofundador de la empresa.
La idea romántica de un astrónomo subiendo a la cima de una montaña lejana para observar el universo a través de la lente de un telescopio se ha ido desvaneciendo durante décadas. Ahora, muchos profesionales organizan observaciones desde sus oficinas, a veces al otro lado del mundo. A la mañana siguiente, consultan las nuevas imágenes y datos que les esperan en sus computadoras.
Esa tendencia también ha llegado a los aficionados, con la aparición de observatorios remotos en Utah, Nuevo México, Chile y otros lugares. Pero esos observatorios van dirigidos principalmente a los aficionados más obsesionados, que buscan los cielos más claros y oscuros para equipos de alta gama
Gibson y los otros tres fundadores de la compañía — Bray Falls, Nathan Hanks y Josh Kim — querían construir algo que estuviera al alcance de más personas. Starfront, inaugurado hace poco más de un año, ahora alberga más de 550 telescopios. Esta es, por mucho, la mayor cantidad de cualquier instalación de su tipo en el mundo, asegura la compañía.
Los telescopios incluyen otros diminutos que funcionan como cámaras de seguridad, así como un telescopio gigante con un espejo de medio metro de ancho que pertenece a Gibson.
Los fundadores imaginan que las escuelas y universidades instalen o alquilen tiempo en telescopios en Starfront para que los alumnos exploren el universo.
Desde hace mucho tiempo, el cielo ha atraído a los astrónomos aficionados, que a menudo han sido los primeros en avistar cometas, explosiones estelares y otros hallazgos cosmológicos
Sin embargo, no es un pasatiempo fácil ni barato; un buen telescopio puede costar cientos o miles de dólares. La mayoría de la gente vive en zonas urbanas y suburbanas donde los cielos nocturnos, inundados de luz artificial, nunca se oscurecen demasiado. Las nubes también pueden interponerse, y en lugares del norte, estar al aire libre en invierno puede ser insoportablemente frío.
Muchos principiantes se rinden rápidamente y sus telescopios se quedan en el armario.
Los fundadores de Starfront dicen que hay una mejor manera: enviar el telescopio a Texas, junto con una cámara digital y una computadora. En Starfront, un técnico instalará el dispositivo en un soporte de acero en uno de los cobertizos.
Es como alquilar un cajón de estacionamiento para el telescopio, aunque con conexión de datos de alta velocidad. El costo va desde los 99 dólares al mes por el telescopio más pequeño
Cuando la constancia descubre secretos
Los telescopios pueden monitorear la misma parte del cielo muchas noches. Durante ese tiempo, los sensores de las cámaras digitales pueden captar fotografías suficientes para revelar objetos que de otro modo serían invisibles.
Los aficionados normalmente usan telescopios con un amplio campo de visión y, por lo tanto, detectan cosas que no perciben los grandes observatorios profesionales, que se enfocan en un punto diminuto del cielo nocturno.
A medida que más gente enviaba sus telescopios a Starfront, los fundadores luchaban por ir a la corriente con el soporte al cliente.
Así que crearon una comunidad en Discord, la plataforma de mensajería instantánea, para que los clientes pudieran ayudarse entre sí. Esto se ha convertido en un grupo dinámico de personas que ayudan con problemas técnicos y colaboran para combinar datos de varios telescopios y producir mejores imágenes.
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