The New York Times
Por: Timothy Bella/The New York Times
CIERNE, Eslovaquia — John Cena sabía que era hora.
Durante más de 20 años, Cena fue un símbolo de excelencia en la lucha profesional. Considerado el técnico por excelencia en el World Wrestling Entertainment, era Superman en shorts de mezclilla —16 veces campeón del mundo y quizás el último de las estrellas monoculturales y crossover, después de figuras como Hulk Hogan, “Stone Cold” Steve Austin y The Rock.
Pero Superman no es eterno. Y Cena recordó una promesa que le había hecho al público: cuando vaya un paso más lento, me salgo.
“Y voy un paso más lento”, dijo.
Se dio cuenta hace un par de años. Cena estaba 7 kilos abajo de su peso ideal en el ring. No podía levantar tanto. Era hora.
“No es por falta de ganas; simplemente estoy (maldición) viejo”, dijo Cena, de 48 años. “Nunca he sido el mejor luchador que existe —sé quién soy y mis capacidades. Así que cuando siento que estoy un poco más lento, es hora de irme”.
Cena dijo esto dentro de un tráiler en un set de rodaje una nevada mañana de domingo a principios de abril cerca de Cierne, un pequeño pueblo eslovaco cerca de la frontera entre Polonia y la República Checa. Estaba a unos 9 mil 700 kilómetros de Las Vegas, donde el 20 de abril se enfrentaría a Cody Rhodes en el evento principal de WrestleMania, la 17ava y última vez que Cena participaba en el espectáculo estelar de la WWE. Su victoria allí lo convirtió en el campeón más condecorado en la historia de la lucha libre profesional.
Cena estaba en Eslovaquia filmando “Matchbox”, la más reciente franquicia de juguetes en cobrar vida con aspiraciones de ser un éxito de taquilla, y él es la estrella principal. Tiene sentido en ese papel porque se ha convertido en un nombre familiar. Cena ha participado en franquicias de acción (como hermano de Vin Diesel en las películas de “Rápidos y Furiosos”), comedias sexuales (un novio musculoso que es terrible hablando sucio en “Esta Chica es un Desastre”) y éxitos de taquilla que conquistaron el mundo (Ken Sireno en “Barbie”). Es un artista de rap de grandes ventas (es él al micrófono en su música de entrada) y ha tenido apariciones memorables en “Saturday Night Live”.
Inesperado retiro
Casi 20 años después de su primera incursión en la actuación, Cena se ha forjado una identidad como alguien con un talento excepcional para combinar acción y comedia con un toque de autocrítica.
“Su superpoder es que desafía su apariencia”, dijo el actor Idris Elba, quien coestelarizó con él “El Escuadrón Suicida” y volverá a trabajar con él en “Heads of State” a fines de este año. “Es más que rentable. John es una estrella”.
Cena también posee otra cualidad esencial para el estrellato: la gente lo adora. Es un héroe para los niños, que compran montones de su mercancía.
Hay innumerables momentos virales que pueden hacer llorar incluso a los cínicos más empedernidos, como cuando fue a visitar a Misha, un adolescente con síndrome de Down que huyó de Ucrania tras la destrucción de su hogar durante la invasión rusa —y cuya madre lo motivó durante su viaje hacia un lugar seguro diciéndole que iban camino a buscar a Cena. También ostenta el récord de la Fundación Make-A-Wish de más de 650 deseos concedidos, siendo la celebridad que concede deseos más solicitada de la historia.
“La gente anhela el contacto, y él lo proporciona”, dijo Leslie Motter, directora ejecutiva de Make-A-Wish America. “Anhelan ver ganar al bueno, y él es un tipo bueno”.
Ahora, con Cena a punto de retirarse de la lucha libre profesional a finales de año, hay un giro inesperado en su gira de despedida: es el malo. En las semanas desde que su personaje pateó a Rhodes en sus partes nobles para sellar su cambio a rudo, mujeres han llorado y las cámaras de TV apuntan a niños con camisetas de Cena con rostros acongojados.
Había dos opciones para cómo se realizaría su retiro. La primera sería que Cena siguiera el camino de una banda que ya vio su mejor momento, tocando todos los éxitos y enviando a todos a casa felices y ebrios de nostalgia. La otra opción, dijo Paul “Triple H” Levesque, director de contenido de la WWE, era más intrigante, pero más arriesgada: ¿Y si Cena pasaba al lado oscuro?
“Cuando hablamos con John al respecto, se sintió intrigado de inmediato”, dijo Levesque.
Cena es reservado cuando se trata de hablar de su último baile en el ring. Es un narrador, y no quiere entrar en detalles, sobre todo cuando ni siquiera ha llegado a la mejor parte.
“No quiero arruinarle la sorpresa al tipo en la tercera fila”, dijo. “Cualquier reflexión que haga sobre un momento o cualquier cosa relacionada con eso podría interpretarse como si le quitara la magia. Pero mucha gente está hablando de ello, así que estoy muy contento”.
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