El Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló este viernes la protección del derecho al aborto vigente en este país desde 1973, en una decisión histórica que permitirá a cada estado decidir si mantiene o prohíbe este derecho reproductivo.
El fallo señala que la Constitución “no otorga” este derecho y devuelve la autoridad para poder legislar sobre el aborto a los representantes electos de los estados.
“Es hora de hacer caso a la Constitución y devolver la cuestión del aborto a los representantes elegidos por el pueblo”, señala la sentencia que firma el juez Samuel Alito con el apoyo de Clarence Thomas, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett –los últimos tres nombrados por Donald Trump–.
La sentencia del Supremo es una respuesta a un recurso presentado por el estado de Misisipi después de que varios tribunales rechazasen leyes que, en la práctica, suponían la casi prohibición total del aborto.