26/04/2024
10:28 AM

La hondureña y su imperio de chocolate en EUA

El corazón de Manhattan huele a chocolate. El penetrante aroma sale de MarieBelle New York, la tienda de la creadora del “mejor chocolate del planeta”, según Gourmet Magazine.

El corazón de Manhattan huele a chocolate. El penetrante aroma sale de MarieBelle New York, la tienda de la creadora del “mejor chocolate del planeta”, según Gourmet Magazine.

Ella es la hondureña Maribel Lieberman, la que empezó su sueño de chocolate en el año 2000, combinando su creatividad y talento con mucha dedicación.

Nacida en Jutiquile, Olancho, Maribel emigró a EUA buscando el sueño americano y lo logró. La clave de su éxito fue, sin duda, la perseverancia.

Su dulce historia ha sido contada en medios de comunicación de varios países que le han dado primeras planas e importantes espacios.

Eso le ha valido también para darse a conocer porque hoy su producto es famoso en varios continentes.

La catracha recuerda todas sus comparecencias, especialmente la que tuvo en el Show de Oprah con la reina de la televisión estadounidense, Oprah Winfrey. Además de darle la oportunidad de estar frente a más de 50 millones de televidentes, es también una de sus clientas famosas. Fue un 25 de noviembre de 2003 cuando sorprendió y conmovió a los televidentes con su historia de una adolescente que busca el sueño americano y que triunfó gracias a su esmero combinado con un poco de suerte.

Recuerda que ese día mucha gente quería ingresar a su sitio web y las líneas de teléfono no paraban de sonar, por lo que tuvo que contratar una compañía con 15 operadoras para que tomaran las órdenes.

“Esa noche en la página web vendimos 35,000 dólares y por teléfono se vendieron 15,000 dólares sólo de chocolate caliente”, cuenta, emocionada.

Mujer de armas tomar

Maribel encarna una historia de triunfo que combina pasión, sacrificio, trabajo, abnegación y una creatividad que impresiona y se ve reflejada en el producto que elabora y que ha deleitado a paladares exigentes.

Confiesa que parte de su éxito se debe a que su tienda está ubicada en la famosa calle Broome de Soho, uno de los barrios más vanguardistas y elegantes de Nueva York. El área de Soho es visitada por personas de todo el mundo, es famosa; al principio sólo había artistas y galerías de arte y se hizo muy reconocida desde los años 80.

“Acá venían muchos coleccionistas de arte y con ellos empezaron a llegar las tiendas de marcas famosas, hoy se ha vuelto una zona atractiva para todos y la conoce todo el mundo”.

Con un porte elegante y una sencillez que impresiona, Maribel cuenta que Jessica Alba, Ralph Lauren, Nicole Kidman, Daniela Pastova, Oprah Winfrey, Ricky Martin, Steven Spielberg, David Schwimmer, Susan Sarandon, Claire Danes, así como Hillary y Bill Clinton, han comprado sus productos; los Clinton hasta hacen pedidos.

Y no es para menos, ella personalmente se encarga de crear las recetas y diseñar y elaborar los empaques de los chocolates que hoy exporta a Europa y otras naciones. Al entrar a su tienda y al Cacao Bar el olor es exquisito, igual que los sabores que allí se prueban.

Ella recuerda su niñez con nostalgia porque aunque no perteneció a una familia adinerada, su padre, el telegrafista Mariano Martínez, y su madre, la costurera Bertha de Martínez, trabajaban duro y la educaron con sacrificio a ella y sus ocho hermanos.

Maribel emigró a EUA cuando tenía 18 años, estaba decidida a salir adelante. Llegó a Washington y aprendió inglés, luego viajó a la Gran Manzana y se adentró en el mundo del diseño de modas.

Allí, entre los rascacielos de la famosa ciudad y cuando estudiaba diseño de modas en el Instituto Parsons, conoció al pintor belga Jacques Lieberman, quien conquistó su corazón, y contrajeron matrimonio.

“Tuve la suerte de haber llegado a Nueva York, una ciudad cosmopolita, y con mi amiga Selima Salaun, una diseñadora de anteojos, abrimos la tienda Lunettes et chocolat. Ella vendía los lentes y yo, dulces y chocolates”.

Camino al éxito

Pero antes de crear su compañía emprendió el proyecto gastronómico Maribel’s Gourmet Cuisine y eso le permitió estudiar gastronomía en diferentes países. Durante cinco años tuvo una compañía de eventos.

Sin embargo, Maribel decidió crear su propia línea de chocolates, empezó con recetas hondureñas, españolas, francesas y después japonesas. Luego mezcló sabores mediterráneos, orientales y latinoamericanos.

Gracias a su trabajo meticuloso desarrolló sus recetas originales con sabores inigualables. Su compañía ya tiene 10 años y considera que las claves del éxito son la perseverancia y la fe. “Hay mucho trabajo detrás de esta compañía, no hay nada fácil”, advierte.

Maribel se define como una persona trabajadora, apasionada y creativa. Esas cualidades le valieron para abrir su negocio en Soho; su primera venta en apenas tres horas de abierto el local fue de 2,000 dólares y 20 meses después el chocolate azteca era catalogado como el mejor de la ciudad, siendo bautizada como una “bebida de dioses”.

La empresaria ha viajado mucho y eso le ha permitido conocer culturas, lo que se refleja en los chocolates que elabora. Confiesa que sus lugares favoritos son los mercados de las ciudades porque la inspiran y son los sitios idóneos para conocer la idiosincrasia y la cultura de los pueblos.

“Cuando pruebas mis chocolates vas a ver las diferentes culturas: el de maracuyá, que es de Latinoamérica; el caedmon, que es de India, y los ganache, de Francia”. Los precios de sus chocolates varían desde los ocho dólares hasta cajas de 100 dólares con más de 30 piezas bien diseñadas y empaques espectaculares que pueden ser reutilizados.

La fama de sus chocolates se ha extendido y cuenta que también pueden comprarse en exclusivas tiendas como Berlín Harrods en Londres, Neiman Marcus y Galeries Lafayette en París. No hay excusa para no saborear los más de 30 sabores que ha creado la hondureña porque también pueden hacerse las compras a través de la página de Internet de MarieBelle, donde hay una gama de información para los amantes del chocolate.

Orgullosa de ser catracha, dice que lo más difícil es arrancar y lograr que el producto sea más accesible al público. “Eso no quiere decir que no se necesita dinero, claro que sí, pero no en grandes cantidades, lo que se requiere es dedicación”, asegura.

Para Maribel, que se considera una soñadora, la pasión por lo que se hace es fundamental. Ese espíritu la llevó a abrir otra tienda en un sitio de lujo en la 656 Avenue of the Americas, New York NY 10010, dentro del Limelight Marketplace.

Esta nueva tienda está ubicada dentro de Limelight Marketplace. Esta triunfadora no deja pasar la oportunidad de enviar un mensaje a los catrachos para que no dejen de soñar. “Honduras es mi país y nunca dejaré de ser hondureña, hay que luchar por lo que queremos”, dice la chocolatera de Soho.