Carlos Roa, de 46 años, en estado de coma, espera la muerte en una cama del cuarto piso del hospital escuela Óscar Danilo Rosales de la ciudad de León, 90 km al noroeste de Managua.
A su lado, su esposa Rogelia Suárez, con sus ojos enrojecidos por el llanto, espera un milagro.
“Tengo fe que se va a recuperar”, dice Suárez, con la voz entrecortada. Pero los médicos le dan pocas posibilidades de vida a su esposo, un bebedor consuetudinario que se intoxicó con licor adulterado.
Crisis
Desde hace más de una semana, 700 personas han sido atendidas en la ciudad de León por intoxicación con metanol, un alcohol mortal que fue mezclado con aguardiente.
Más de 40 de los enfermos ya fallecieron. En el mismo hospital, Lenín Cepeda, de 42 años, se encuentra postrado en otra cama. Dice que por momentos pierde la vista. Tiene fuertes dolores de cabeza y todo su cuerpo tiembla.
“He pasado toda la mañana tembloroso, la vista se me va y se me viene, el dolor de cabeza no se me quita y tampoco puedo caminar”, relata Cepeda, cuyo debilitado cuerpo presenta manchas rojizas por efecto del veneno.
A Cepeda lo encontraron el martes pasado desmayado en el piso de su casa, tras beber el mortífero aguardiente vendido en numerosos locales del departamento.
“En cuestión de minutos empecé a marearme y se me nubló la vista”, recuerda el hombre, quien -asegura- nunca más volverá a beber.
Inesperado
Los envenenamientos se produjeron en los departamentos de Chinandega y León, unos 100 km al noroeste de Managua.
“Es una situación sumamente lamentable porque en término de cinco días se produjeron muertes masivas; es una tragedia muy grande, nunca antes vista por esta causa en el departamento de León”, dijo el director del hospital de la ciudad, Félix Rivera.
El metanol afecta el cerebro, los ojos, el corazón, los pulmones, los riñones y en algunos el sistema nervioso, explicó el galeno.
“Estos síntomas se observaron en muchos pacientes que ingresaron con ataques de desesperación, se quitaban los sueros y salían corriendo de las camas obligando a las enfermeras a amarrarlos para poder suministrarles su tratamiento”, cuenta una de las asistentes.
En los pasillos del centro médico aún se comenta el caso de un intoxicado que saltó del tercer piso y cayó sobre un árbol, cuyas ramas le salvaron la vida, pero luego murió atropellado cuando corría por las calles.
Aunque disminuyó la emergencia en esta región, las autoridades sanitarias mantienen el estado de emergencia porque muchos afectados que fueron dados de alta volvieron a beber y porque todavía hay expendedores que venden el líquido de manera clandestina.
Cifras
20
Barriles
Con metanol, en vez del alcohol etílico usado para elaborar el aguardiente casero, consumieron en León.
1
Mujer
Llamada Cecilia Arauz, murió dos días después de consumir el alcohol; fue la primera víctima del letal líquido.
