Con la pretensión de reducir a un 5% el analfabetismo en Honduras, la Secretaría de Educación ya ha inscrito a 100,000 hondureños que serán parte del programa cubano “Yo sí puedo”.
La implementación nacional de alfabetización iniciará a partir de este mes, dijeron las autoridades, y durará tres meses para este primer grupo de personas.
El proceso de alfabetización incorpora 60 clases radiofónicas, material didáctico, manuales para los facilitadores, cartillas didácticas que incluyen ejercicios y la asesoría de maestros cubanos.
Para poner en marcha todo este protocolo y estrategias de enseñanza hay un presupuesto asignado de 50 millones de lempiras, fondo para este año.
Las clases inician con una asociación de los números del 0 al 30, se realiza el estudio de las letras vocales, plantean la asociación de los números con las letras vocales y se hace la realización de combinaciones silábicas.
Al completar esta serie de actividades se realizarán ejercicios en donde el participante demostrará lo que ha aprendido a lo largo del proceso durante los tres meses, así como el desarrollo de sus habilidades.
Dato
123 docentes cubanos capacitarán a más de 60,000 maestros hondureños distribuidos en los 18 departamentos del país. Destinaron L44 millones en salarios durante los tres años del convenio.
Todos estos ejercicios deberán realizarse en clases de tres días a la semana, con una duración de 2 horas y 30 minutos, en donde el participante trabajará con el facilitador para resolver los ejercicios propuestos en la cartilla didáctica.
La malla curricular para desarrollar el programa de alfabetización cubano será diseñada por al menos dos asesores de Cuba. La determinación anterior ha causado incertidumbre en algunos académicos universitarios, debido a que lo catalogaron como un posible adoctrinamiento.
“Lo que hacen los Gobiernos solidarios es tirarle bombas de oxígeno a Cuba porque saben los problemas que tiene la isla. En los últimos 50 años, el régimen cubano se ha dedicado a vender sus servicios caros y sobreestimados”, cuestionó Julio Raudales, rector de la Universidad José Cecilio del Valle.
Otros analistas sugirieron que para que no se trate de un adiestramiento educativo es necesario que haya veedores nacionales en la implementación del proyecto cubano.
