No se arrepiente de haber sido funcionario municipal de esta ciudad, porque sigue convencido de que la política es un medio para servir a la comunidad.
Osmín Bautista, el ex vicealcalde de San Pedro Sula, reconoce que no entró a la política con ambición, sino para aportar su grano de arena.
“Sentí que asumía un compromiso muy serio con la ciudad. Nunca pasó por mi mente defraudar a mi familia ni al pueblo de San Pedro Sula”, dijo.
Recuerda que su infancia transcurrió con normalidad y vivió junto a sus padres en Yoro y Olanchito.
Viajó a Tegucigalpa por motivos de estudio y allí decidió que sería ingeniero civil, pero debido a su deseo de superación obtuvo una beca para estudiar en la universidad Patricio Lumumba en la ex Unión Soviética, donde se radicó seis años. De sus padres recuerda las mejores lecciones.
“Mi padre me enseñó a ser disciplinado, a tener carácter, pues tenía una formación prusiana. Él transmitió esa educación rígida, de lealtad y disciplina. Él es mi norte y mi madre nos inculcó los principios cristianos”.
Bautista es un empresario de la construcción desde 1980.
¿Qué lo motivó a incursionar en la política?
Un día estaba con compañeros rotarios y me invitaron a una cena en la cual el ex presidente Maduro dijo: “Qué bien que estén aportando, pero lo más importante es ustedes, con capacidad y comprometidos, den un paso y se involucren en la política.
Ésa fue la espinita que me motivó por esa vocación de servicio.
¿Cómo surge como candidato a vicealcalde?
Me llamaron y me preguntaron si tenía interés en ocupar un cargo y tajantemente dije no.
Me convencieron de que me inscribirían de diputado en la séptima posición, pero en un evento en Tegucigalpa, platicando con Óscar Kilgore, me invitó a que lo acompañara en su fórmula.
¿Cómo hizo para mantener sus principios en un ambiente señalado como corrupto?
Mi familia fue el mayor soporte, cuando firmaba documentos le decía Dios que sea tu voluntad y en tus manos encomiendo mi destino.
Deseaba que los documentos que firmaba fueran por el camino correcto. Ése fue el apoyo para mantenerme en la línea correcta ante tanta tentación.
¿Hizo lo correcto?
No soy infalible, puede haber errores de inexperiencia, pero ninguno con mala intención, premeditación o ventaja. Me apegué a lo que Dios manda. Hice lo que creí que debía hacer.
¿Cómo califica su gestión?
Nunca le hui al trabajo, no esperaba que alguien me diera una orden. Yo tomaba la iniciativa, mi lealtad era hacia el pueblo de San Pedro Sula que me brindó la oportunidad de servirle. Si en eso se confunden y creen que fui leal a un jefe, se malinterpreta mi gestión.
Mucha gente me dice que fui leal a Óscar Kilgore, pero no, fui fiel a mi cargo.
Yo no ponía traspiés ni peros para cumplir con lo que debía hacer. Me siento muy bien por haber sido vicealcalde, creo que traté al máximo de servirle a la ciudad.
¿Óscar Kilgore es su amigo?
Lo consideré un amigo, una persona que tuvo buenas intenciones; hoy se habla tanta cosa, lamento lo que le está pasando en los juzgados. No está en mi corazón desear un mal a nadie.
No tengo un corazón dañado, soy muy apegado a ese principio constitucional que dice que mientras no me demuestren lo contrario, aquella persona seguirá siendo honesta.
¿Estaba al tanto de los abusos que supuestamente cometía el ex alcalde?
En mi gestión no era yo quien podía calificar si era un abuso o no. Cometería un error al ponerme en calidad de juez, cuando ni siquiera estoy calificado.
¿Hubo acciones con las cuales estuvo en desacuerdo?
Me ocupaba de otras cosas.
¿Qué fue lo bueno y lo malo de su gestión?
Lo bueno es la intención de hacer más allá de lo que el cargo nos permitía. Y lo malo, aquellas cosas que no se terminaron.
¿Cuáles fueron sus momentos más difíciles?
Cuando me enfrenté a los vendedores ambulantes, el problema de Cofradía y con los transportistas.
¿Pensó en renunciar?
Nunca, nunca. Mi compromiso era con la ciudad y quería dar la cara hasta el final.
¿Es la municipalidad una papa caliente?
Sí lo fue. Tratamos de querer resolver los problemas. Nunca imaginé que fuera tan ardua esta labor.
¿Descuidó sus negocios personales?
Por supuesto, ése es el costo político que ahora estoy queriendo levantar. Es difícil, me entregué en alma y corazón a la municipalidad y sí descuidé un poco mi empresa.
Hoy he vuelto y debo redoblar esfuerzos para volverla a levantar. Abandoné la empresa por 6 años, aproximadamente. La gente que tuve no se puso la camisa.
¿Podrá recuperar el tiempo perdido?
Estoy trabajando, preparando ofertas, buscando amigos a quienes prestarle nuestros servicios.
Hace poco participé en una licitación en la municipalidad, no pudimos ganar, pero ahí vamos. Estamos partiendo de cero, el tiempo perdido es difícil recuperarlo, pero sí duplicaremos esfuerzos.
¿Su familia le reclamó por haber descuidado sus negocios?
Claro que sí, ahora les digo que me tengan confianza, vamos a trabajar 14 ó 20 horas para salir adelante.
Se dice que algunos ex funcionarios de la comuna salieron bien económicamente, ¿es ésa su misma situación?
Mis balances financieros están a la disposición de cualquiera y podrán ver que no fue próspera mi situación económica como funcionario, más bien decrecieron las posibilidades que mi empresa pudo haber tenido si hubiese estado al tanto en ella.
Le gusta disfrutar de la compañía de sus seres queridos en la intimidad de su hogar.
Estoy catalogado como eso y no me da pesar, como un papo más, pero lo prefiero, y si me tocaría otra vez, volvería a hacer papo. Mis principios no tienen valor.
Pese a las experiencias ¿buscaría ser alcalde?
Claro que sí. Tengo aspiraciones, lo estoy analizando con la familia y amigos.
¿Teme ser enjuiciado como algunos ex funcionarios?
Si me llaman, iremos.
¿Ha vuelto a tener contacto con sus ex compañeros?
Muy poco, será porque me he involucrado en mi empresa.
¿Qué consejo compartiría con el actual vicealcalde?
Que entregue su sapiencia a ayudarle al alcalde a resolver los problemas de la ciudad y el mejor consejo que no descuide su negocio. Lo quiero compartir porque es muy amargo y duro.
¿Tiene algún cargo de conciencia?
Claro, hubiera querido dejar resuelto el problema de los vendedores ambulantes, el de la gente en los bordos, el de la terminal, el de Cofradía y el corredor logístico de San Pedro Sula.
¿Duerme tranquilo?
Yo duermo muy bien.
Extractos
Deuda
“Me he sentido defraudado y engañado ingenuamente. Hoy debo pagar una deuda que no busqué personalmente”.
Carrera
“La ingeniería me cae por mi carácter hiperactivo. Cuando hice un examen de aptitud en la universidad, la ingeniería quedaba en último lugar y aparecían, en primero, las ciencias humanistas y medicina”.
Retorno
“Regresé a Honduras en 1986, siempre con el estigma de que uno es comunista sólo por el hecho de venir de un país socialista”.
Optimismo
“Este país siempre tiene oportunidades para aquéllos que quieren trabajar”.
Aficiones
“Me encanta la música clásica, escucho de todo. Tenemos un equipo de fútbol en el Colegio de Ingenieros Civiles. Soy defensa”.
Responsabilidad
“Presidí como un 80 por ciento de las sesiones de la Corporación Municipal”.
“Temo que Dios no me dé la vida suficiente para ver a mis hijas completamente realizadas”, dice Bautista.
“Aprendí a cocinar cuando estudiaba en la universidad, en esos inviernos tan rigurosos. Todavía cocino, me encanta preparar los camarones y la carne”.
“Conocí a mi esposa cuando vine a dar clases al Curn, creo que nos flechamos ambos. La invité a salir y a compartir y por allí nos fuimos interesando”.
“Quiero seguir siendo servicial, pero me gustaría ser un poco más comedido con la confianza que le doy a las personas”.
“Mi virtud es que soy un trabajador y me gusta estar en familia. Y defectos debo tener un montón”.
“Aparte de la Biblia, el libro que me encantó, cuando lo leí en mis años mozos, fue “Los miserables” de Víctor Hugo. Me marcó”.
Su perfil
Nombre: Osmín Eligio Bautista Uclés
Fecha de nacimiento: Yoro, 1 de diciembre de 1953
Esposa: María de Jesús Estrada
Hijas: 3
Profesión: Ingeniero civil con estudios en Moscú y Brasil
Padres: Eligio Bautista Peña y Orfilia Uclés, Qddg
Al vuelo
Un libro: La Biblia
Un color: Azul del cielo
Un defecto: Mal carácter
Dios: Permanente en mi corazón
San Pedro Sula: Una ciudad de mucho empuje
Virtud: La amistad
Amistad: La valoro mucho
Envidia: Hay que desterrarla de nuestros corazones
Infidelidad: Se debe luchar contra ella
