San Pedro Sula, Honduras.
El Museo para la Infancia el Pequeño Sula, ubicado en la salida al sur de la ciudad, ha recibido un 80% más de visitantes en 2015 y prepara nuevas atracciones para el siguiente año.
Dicho centro de exhibiciones logró reunir en junio a más de 7 mil personas, en su mayoría estudiantes de escuelas y colegios privados y públicos.
Las salas que muestran las bellezas del parque nacional El Cusuco, simulacro de terremoto, los servicios de la ciudad y el área del Planetario han despertado la curiosidad de chicos y grandes. “Estamos satisfechos por el repunte de visitas que hemos tenido en los últimos meses debido a varias mejoras que hemos hecho. Antes solo contábamos con tres guías; ahora ampliamos a siete”, explica Paola Ramírez, administradora del museo.
De lunes a viernes, el museo es visitado por un mínimo de 200 estudiantes. Esta semana, centros educativos como el Polivalente Brisas del Valle de Cofradía fueron parte de los invitados. “Las dinámicas que realizan los guías de este lugar permiten que los muchachos estén atentos y aprendan jugando. Eso ha generado que traigamos a los estudiantes”, manifestó Norma Portillo, docente que acompañaba a un grupo de colegiales.
Las autoridades han anunciado que en diciembre la fundación recibirá el apoyo de la empresa Gildan para la construcción de la caverna, que tendrá 70 metros de recorrido, en la que los presentes conocerán sobre los materiales que se extraen de las profundidades del planeta. La alcaldía sampedrana remodelará la fachada. El consulado de Japón modernizará el Planetario.
Olvido
Caso contrario al Pequeño Sula son los otros dos museos que se encuentran en la ciudad. El de Antropología e Historia, a pesar de que se encuentra en el centro de la ciudad y posee una riqueza en objetos históricos e información legendaria de la ciudad y el país, no reporta aumento en sus visitas.
Unas 25 mil personas llegan al año.
Teresa Campos de Pastor, administradora del lugar, anhela que las visitas sean mayores y espera que en los próximos meses haya convenios con la empresa privada para atraer a más personas.
El Museo para la Infancia el Pequeño Sula, ubicado en la salida al sur de la ciudad, ha recibido un 80% más de visitantes en 2015 y prepara nuevas atracciones para el siguiente año.
Dicho centro de exhibiciones logró reunir en junio a más de 7 mil personas, en su mayoría estudiantes de escuelas y colegios privados y públicos.
Las salas que muestran las bellezas del parque nacional El Cusuco, simulacro de terremoto, los servicios de la ciudad y el área del Planetario han despertado la curiosidad de chicos y grandes. “Estamos satisfechos por el repunte de visitas que hemos tenido en los últimos meses debido a varias mejoras que hemos hecho. Antes solo contábamos con tres guías; ahora ampliamos a siete”, explica Paola Ramírez, administradora del museo.
De lunes a viernes, el museo es visitado por un mínimo de 200 estudiantes. Esta semana, centros educativos como el Polivalente Brisas del Valle de Cofradía fueron parte de los invitados. “Las dinámicas que realizan los guías de este lugar permiten que los muchachos estén atentos y aprendan jugando. Eso ha generado que traigamos a los estudiantes”, manifestó Norma Portillo, docente que acompañaba a un grupo de colegiales.
 Este año, la visita de niños es mayor.
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Olvido
Caso contrario al Pequeño Sula son los otros dos museos que se encuentran en la ciudad. El de Antropología e Historia, a pesar de que se encuentra en el centro de la ciudad y posee una riqueza en objetos históricos e información legendaria de la ciudad y el país, no reporta aumento en sus visitas.
Unas 25 mil personas llegan al año.
Teresa Campos de Pastor, administradora del lugar, anhela que las visitas sean mayores y espera que en los próximos meses haya convenios con la empresa privada para atraer a más personas.
 En museos como el de Antropología no se ve mayor aumento de visitas.
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