El “tango de los tangos” cumple 94 años este mes y desde aquel lejano 1917 en el café La Giralda, donde se tocó por primera vez, “La cumparsita” sigue reinando.
Su autor, el uruguayo Gerardo Mattos Rodríguez, un estudiante de arquitectura, cierto día escribió una melodía que tocó en un viejo piano y poco podía imaginar que esos acordes iban camino a la fama.
Agua ha corrido bajo los puentes desde que el sexteto argentino de Roberto Firpo, el 19 de abril 1917, la tocó por primera vez en ese café donde ahora funcionan oficinas que venden celulares de alta tecnología en el mítico Palacio Salvo, de cara a la Plaza Independencia.
Mattos Rodríguez y otros estudiantes salían de ronda a cantar, especialmente en los carnavales y en el otrora llamado Parque Urbano, hoy Parque Rodó. Recalaban en un viejo bar, donde un mozo italiano los veía venir y decía “otra vez la comparsita de los estudiantes”, aludiendo a comparsas carnavaleras. De ahí a “La cumparsita” medió un paso.
Lo que desde luego nadie se imaginaba era la historia que le esperaba al bautizado “tango de los tangos”, donde hasta luchas de propiedad intelectual con autores argentinos fueron entabladas, pero que al fin quedó sin dudas que Mattos Rodríguez fue su autor en aquellas épocas de bohemia, donde el tango era el rey, donde no había ni salsa ni cumbias villeras.
El maestro argentino Juan D’Arienzo y su orquesta típica la ejecutaron quizás como nadie en el ritmo del dos por cuatro, donde la pareja apretada se deja llevar, como diciendo “así se baila el tango, cerrando los ojos para oír mejor....”.
En el 94 aniversario, desde el bandoneonista argentino Raúl Garello, pasando por las cantantes de la nueva hornada como la uruguaya Malena Mulaya, “La cumparsita” será celebrada.
