Los principales protagonistas de un caso en el que la Fiscalía de Nueva York no dudó en describir a Honduras como un “narcoestado” fueron cinco narcotraficantes hondureños y guatemaltecos.
Según la acusación en contra de Juan Antonio Hernández, estos cinco testigos cooperadores trabajaron con él para importar cocaína a Estados Unidos y pagaron miles de dólares provenientes del narcotráfico para campañas presidenciales del Partido Nacional.
“Lo más importante, el acusado era protegido por el actual presidente (de Honduras) que ha recibido millones de dólares en coimas de narcotraficantes como el Chapo Guzmán que personalmente entregó un millón de dólares al acusado para su hermano”, dijo el fiscal de Nueva York, Jason Richman, al jurado al arrancar el proceso el pasado 2 de octubre.
En siete días hábiles, la Fiscalía presentó sus testigos con una serie de pruebas que fueron suficientes para el jurado que lo halló culpable de los cuatro delitos que le imputaban.
Las revelaciones
El 3 de octubre, Víctor Hugo Díaz Morales, alias el Rojo, guatemalteco que lleva 17 meses en prisión en EUA después de entregarse y declararse culpable de narcotráfico y alcanzar un pacto con la Fiscalía para testificar en el proceso, aseguró en la Corte que dio 40,000 dólares en 2005 a Tony Hernández para la campaña electoral a diputado de su hermano Juan Orlando Hernández.El Rojo, quien explicó que conoció al acusado en 2004 en una reunión en la casa del también narcotraficante Carlos Toledo, dijo que Tony le vendió tres cargamentos, 1,900 kilos de cocaína fabricada en su laboratorio en Colombia, que manejaba con su socio colombiano Rodolfo Vergara Bonifante, alias el Cinco.
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Giovani Rodríguez, expolicía hondureño fue otro de los testigos de la Fiscalía. Devis Leonel Rivera Maradiaga, exlíder de los Cachiros, fue quien grabó en 2014 al acusado en un restaurante cuando le pidió que le ayudara a que el Gobierno le pagara unos contratos a las empresas que había constituido para lavar dinero producto del narcotráfico.
Y por último, Fernando Chang Monroy aseguró en la corte que en tres ocasiones compró cocaína proveniente de los laboratorios del acusado: 600 kilos y dos veces 700 kilos, a $10,000 el kilo.
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