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Mimí de Panayotti: 'Quemé el desayuno en mi luna de miel”

  • 18 marzo 2018 /

Se siente orgullosa de ser madre, abuela y bisabuela, pero sobre todo cristiana. obtuvo un diplomado sobre teología en la Universidad Nuestra señora de la paz.

    San Pedro Sula, Honduras

    Se considera una mujer normal con una vida extraordinaria vivida desde que soñaba con un juguete viendo pasar su niñez por la ventana de un barracón, hasta sus años de empresaria, periodista y católica consagrada a servir al prójimo.

    La Lima era por aquel entonces, más que una aldea, un campo bananero en el que sus padres inmigrantes encontraron las oportunidades de trabajo que ofrecía la Tela Railroad Company.

    1. ¿Qué recuerda de su infancia en La Lima?

    Fuimos muy pobres, pero luego mis padres pusieron una trucha (pulpería) y la situación comenzó a cambiar. Recuerdo que vendíamos las revistas Billiken, Bohemia y Life, lo mismo que libros de literatura. Yo iba con mi papá en una bicicleta a vender las revistas.

    2. ¿Tuvo momentos difíciles?

    Una vez se desbordó el río Chamelecón que divide a Lima Vieja de Lima Nueva. Para ese entonces ya vivíamos en una casa de dos plantas. Para no ahogarnos nos subimos al segundo piso, donde estuvimos tres días sin comer.

    3. ¿Por qué estudió en la universidad siendo ya una abuela?

    Cuando era adolescente, allá por los años cincuenta, pocas mujeres estudiaban carreras universitarias. Sin embargo, yo siempre tuve el deseo de saber más, de llegar a terminar una profesión. En el 85 terminé mi carrera de Comunicaciones en la Universidad Privada de San Pedro Sula. Era la primera promoción.

    4. ¿Tuvo muchos amoríos en su juventud?

    Mis primeros amores los tuve en la escuela. Era un compañero de grado, trigueño, humilde y sencillo de nombre Pancho. Como no teníamos libertad para vernos, nos citábamos en el cine del Club Sula. Cuando la luz se apagaba, él se sentaba a mi lado y se iba antes de que se encendieran las luces. Pero mi primer amor de adolescente lo experimenté cuando estudiaba en Tegucigalpa.

    5. ¿Qué recuerda de su esposo Juan Panayotti?

    Con Juan nos conocimos en La Ceiba. éramos parientes lejanos. Por él aprendí a cocinar y por él también me vine a San Pedro Sula, con pesar, cuando él y su hermano montaron aquí una fábrica de rótulos.

    6. ¿Cómo fue su boda?

    Bellísima. La iglesia lucía radiante, también el casino donde fue la recepción. Atendimos a los invitados por unas cuantas horas y después Juan se fue a dormir a su casa. La primera noche de casados la pasamos separados. Yo la pasé con Sara, una de mis damas de honor, pero al día siguiente salimos para Miami.

    7. ¿Cómo fue su primera experiencia en la cocina?

    Al día siguiente de estar en Miami, Juan me pidió que le cocinara unos huevos mientras él iba al super a comprar pan. Cuando entró al apartamento no se podía ver nada por el humo de los huevos quemados, y más aún, el olor era espantoso. Qué vergüenza, ni siquiera hacer un huevo sabía.

    8. ¿Cuál fue uno de sus momentos más amargos?

    Cuando mis padres se separaron. Yo me identificaba con mi papá y creo que lo amaba más a él en ese momento, pero nos abandonó y se olvidó de nosotros. Sentía odio por él, pero cuando mis hijos crecieron pensé que no los podía privar de conocer a su abuelo. Lo perdoné y terminamos teniendo una buena relación.

    9. ¿Cómo ingresó al mundo empresarial?

    Cuando me vine de La Ceiba comencé cobrando en la empresa que habían montado mi esposo y su hermano Roberto y que actualmente es Industrias Panavisión. Había problemas porque la gente se llevaba muebles y no pagaba, entonces yo me dediqué a recuperar esas cuentas. Ahora que ellos no están (porque ya fallecieron) yo estoy manejando las relaciones públicas y mis hijos y sobrinos manejan las sucursales.

    10. ¿Desde cuándo está en el cristianismo?

    Comencé en los cursillos de cristiandad. Eso le dio un gran cambio a mi vida. Desde 1980 estoy integrada al grupo María Teresa con una nueva visión de servicio. Con este grupo trajimos las Misiones de la Caridad, que instaló un pabellón para sidóticos en el hospital Leonardo Martínez cuando nadie quería ayudarles.

    11. ¿Qué recuerda de la madre María Teresa?

    La conocí cuando vino a Santa Rosa de Copán. Era una mujer chiquita, encorvada y de ojos azules que irradiaba santidad. La vi en la sala-cuna sosteniendo en sus brazos a un niño abandonado. Tenía el rostro transfigurado como si estuviera viendo a Dios. No sabía que la observábamos

    12. ¿Cómo ayuda a través de la oración?

    En los talleres aprendí que a orar se aprende orando. He visto llegar a la gente, desilusionada, con grandes problemas, tristes, pero luego encuentran el encanto de la vida al tener una relación íntima con el Señor a través de la oración.

    13. ¿Qué problemas ve en los matrimonios?

    La falta de comunicación, la infidelidad y la falta de amor a Dios. El porcentaje de divorcios es exagerado porque al primer problema los casados no se soportan, ya no les gusta sufrir.

    14. ¿Hasta cuándo hará nacimientos?

    Ya me retiré de esa actividad. El año pasado fue el último, estuve parada (inactiva) por dos semanas porque me fui de viaje, pero sobre todo por la situación política que se dio después de las elecciones. Ya comencé a regalar cosas.

    15. ¿Por qué se retira? Quiero más paz y tranquilidad. Comencé haciendo los nacimientos en poca escala, recordando la alegría que sentía mi madre allá en La Ceiba cuando llegaba la temporada de Navidad. Creo que esa alegría debemos tenerla todo el año.

    16. ¿Le gusta el baile?

    En mi juventud me gustaban mucho los boleros y podía cantarte todos los tangos de Gardel. En La Ceiba íbamos a bailar al Patio y a casas particulares. Me gusta la bulla. Mi padre tocaba el violín y le gustaba la ópera. Por cierto me puso Mimí por el personaje principal de la ópera Bohemia.

    17. ¿Cuánto tiempo tiene de ser columnista de LA PRENSA?

    Unos 34 años. Lo que me da satisfacción son los comentarios que me hace la gente. Una lectora me dijo: he recortado todos sus artículos. Usted es la causante de mis cucarachas porque tengo los cajones llenos de ellos y eso las atrae. Otras me comentan que les he ayudado con mis columnas.

    18. ¿Qué le gustaría ver en San Pedro Sula?

    Más centros de recreación. Si no vas al cine o a un restaurante, aquí no hay donde ir. Hacen falta parques con flores y pajaritos. No hay jardines ni en las medianas de los bulevares.

    19 ¿Qué la motivó a escribir libros?

    El deseo de orientar, formar conciencia para fomentar la paz en el mundo. Siempre dije que una de mis metas era escribir un libro y por fin lo logré cuando en 2005 publiqué Con el gozo de servirte.

    Recientemente también presenté Confieso que lo disfruté y Un poco de mí que contiene poesías y aspectos de mi vida.

    20. ¿Una anécdota?

    En la escuela Esteban Guardiola de La Lima, estábamos jugando pelota con un coyol porque no teníamos otra cosa. Yo tiré el coyol justo cuando iba pasando la profesora Otilia Moncada y le pegué en la cabeza.

    El castigo fueron dos coyolazos en la cabeza y dos reglazos en las piernas.