Aunque tenga la mala suerte de portar genes que lo predispongan a la enfermedad de Alzheimer, un estilo de vida saludable puede minimizar ese riesgo, muestra una investigación reciente.
El estudio monitorizó la genética, los estilos de vida y la incidencia de la enfermedad de Alzheimer en casi 200,000 británicos mayores de 60 años a lo largo de ocho años.
Los investigadores encontraron que las personas que tenían un riesgo genético alto de Alzheimer y que seguían estilos de vida malsanos presentaban casi el triple de probabilidades de desarrollar la enfermedad, en comparación con las personas con un riesgo genético bajo y un estilo de vida saludable.
Al contrario, vivir bien (hacer ejercicio con regularidad, consumir una dieta equilibrada, no fumar y beber alcohol con moderación) pareció reducir las probabilidades de Alzheimer, incluso entre los que tenían un riesgo genético alto.
Entre las personas que se encontró que tenían el riesgo genético más alto, una vida saludable pareció reducir las probabilidades de desarrollar la enfermedad en un 35 por ciento, según un equipo dirigido por David Llewellyn, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, en Inglaterra.
Eso implica que 'se podría prevenir 1 caso de demencia por cada 121 individuos con un riesgo genético alto que mejoraran su estilo de vida de desfavorable a favorable por [cada] 10 años', reportaron los investigadores en la edición del 14 de julio de la revista Journal of the American Medical Association. Los hallazgos se presentaron simultáneamente en la Conferencia Internacional de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer’s Association), en Los Ángeles.
Pero hubo una salvedad. La base de datos UK Biobank de la que provinieron los datos solo se enfocaba en personas blancas de ascendencia europea, así que no está claro si los hallazgos aplicarían a otras poblaciones.
Aun así, los resultados deben dar esperanzas a las personas preocupadas sobre su riesgo de Alzheimer, y un incentivo para adoptar unos hábitos saludables de estilo de vida, planteó un experto.
'Nadie puede garantizar que vaya a escapar de esta terrible enfermedad', pero sin duda una vida sana puede reducir las probabilidades, declaró a Associated Press John Haaga, del Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento.
En el estudio británico, un 'riesgo genético alto' se basó en la presencia de genes que se sabe que están asociados con la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo una forma particular del gen APOE y otros tipos de ADN que se han vinculado más recientemente con la enfermedad, que destruye al cerebro.
Un 'estilo de vida favorable' se definió como las personas que cumplían las directrices de ejercicio de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) de 150 minutos de actividad física moderada por semana o 75 minutos de ejercicio vigoroso, no fumaban, comían una dieta saludable para el corazón, y no bebían más que un promedio de una copa de vino o cerveza al día.
Tanto los genes como el estilo de vida parecieron importar respecto a las probabilidades de Alzheimer de una persona. A medida que la 'puntuación de riesgo' genético de alguien aumentaba, lo mismo sucedía con sus probabilidades de desarrollar la enfermedad, y pasaba igual a medida que el estilo de vida se hacía menos saludable.
Por supuesto, los genes no se pueden modificar, pero el estilo de vida sí, encontraron Llewellyn y su grupo.
Consideran que una vida más saludable podría mejorar el flujo sanguíneo en el cerebro. Esto podría reducir el 'daño oxidativo' en las células cerebrales y ayudar a prevenir los coágulos y la inflamación, que dañan al cerebro y podrían fomentar el riesgo de Alzheimer.
Otro experto dijo que el nuevo estudio prueba que, cuando se trata del Alzheimer, los genes no son necesariamente el destino.
Rudy Tanzi es director de la Unidad de Genética y Envejecimiento del Hospital General de Massachusetts, en Boston. En declaraciones a la AP, enfatizó que menos de un 5 por ciento de los genes conectados con el Alzheimer tienen una conexión tan firme con la enfermedad que garantizaría que una persona la desarrolle.
'Eso significa que en un 95 por ciento de las mutaciones, el estilo de vida hará una diferencia', explicó Tanzi. Su consejo es 'no se preocupe demasiado por su genética. Pase más tiempo asegurándose de llevar una vida saludable'.
El nuevo estudio fue financiado en parte por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
Más información
La Asociación del Alzheimer ofrece consejos para mantener el cerebro sano.
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- 18 jul 2019 /
Estados Unidos