1- Mala alimentación
- Cuando dormimos mal, solemos comer alimentos poco saludables y en mayor cantidad, por eso la falta de sueño está vinculada al aumento de peso.
Además, el desvelo repercute en los horarios de comida, ya que muchas personas comen a cualquier hora y suelen consumir más alimentos azucarados y cafeína para obtener la energía que no se pudo lograr en las pocas horas de sueño.
2- Problemas mentales
- La salud mental es una cuestión particular y es un círculo vicioso: si tiene problemas mentales, duerme poco y viceversa.
La falta de sueño está ligada a la depresión, la ansiedad y los problemas psicológicos.
Asimismo, afecta la capacidad de atención, la recuperación de la memoria y el aprendizaje, lo que también aumenta las posibilidades de sufrir algún tipo de accidentes.
3- Cansancio y fatiga
- El problema de la falta de sueño es que afecta directamente en el rendimiento físico, ya que el cuerpo necesita un mínimo de ocho horas de descanso.
Por la noche se produce el proceso de regeneración de tejidos, tanto cerebral como físicos.
Si no se produce un descanso no hay una recuperación correcta y eso afecta directamente al rendimiento, causando irritación y fatiga.
