REDACCIÓN. Un creciente conjunto de investigaciones sugiere que la mentalidad de una persona puede predecir cuánto y cómo vivirá con el paso de los años.
Varios estudios sugieren que las personas con actitudes más positivas respecto al envejecimiento viven vidas más largas y saludables que aquellas con percepciones negativas sobre el proceso del envejecimiento.
Recientemente, un estudio grande de casi 14,000 adultos mayores de 50 años analizó más a fondo las formas en que los pensamientos positivos acerca del envejecimiento podrían tener un impacto sobre la salud física, las conductas relacionadas con la salud y el bienestar psicológico de una persona.
ACTITUD POSITIVA
El estudio encontró que aquellos con la mayor satisfacción por el envejecimiento tienen 43% menos riesgo de morir por cualquier causa durante cuatro años de seguimiento, también tienen un riesgo reducido de afecciones crónicas, como diabetes, derrame cerebral, cáncer y enfermedades cardiacas, así como un mejor funcionamiento cognitivo.
Las personas con una actitud más positiva acerca del envejecimiento también es más probable que se ejerciten frecuentemente y menos probable que tengan dificultades para dormir, en comparación con sus coetáneos menos satisfechos.
Asimismo, son menos solitarios, menos propensos a deprimirse, más optimistas y tienen un sentido de propósito más arraigado.
Aunque tener una actitud positiva puede conducir a comportamientos de buena salud, si las personas creen que una mala salud es inevitable con la edad, esto puede ser una profecía autocumplida que les mantenga alejados de comportamientos que ayudarán con el envejecimiento.
IMPORTANCIA DE ESTAR SOCIALMENTE ACTIVO
A medida que las personas envejecen puede que pierdan seres queridos, como pareja, familiares o amigos. Si uno de los cónyuges tenía la responsabilidad de mantener las relaciones sociales y fallece, puede que el cónyuge sobreviviente continúe envejeciendo solitario y más socialmente aislado.
El aislamiento social y la soledad son factores de riesgo para una pobre salud física y mental, aumentan el riesgo de ataques cardiacos y derrames cerebrales, y contribuyen a vivir con insatisfacción, depresión, baja autoestima y dificultad para realizar las actividades de la vida diaria.
Pero la investigación muestra que mantener conexiones sociales puede tener un efecto positivo sobre la salud.
Es importante crear nuevas conexiones para reemplazar las que se perdieron.Ponga a funcionar nuevamente los mecanismos que usaba en etapas anteriores para conocer personas, como unirse a un club o participar en organizaciones comunitarias.
Los expertos sugieren que se debe tratar de “redesplegar” la energía en una forma nueva, como enseñar una habilidad o arte manual en vez de practicarla.
También es bueno aprender algo nuevo que físicamente sea menos exigente, ya que esto ayuda a mejorar la memoria, la autoestima y la calidad de vida en general.
