Las pastillas anticonceptivas podrían alterar una parte del cerebro de las mujeres

El hipotálamo está ubicado en la base del cerebro, y produce hormonas. También ayuda a regular las funciones corporales.

  • 06 dic 2019

The New York Times.

Un estudio preliminar de tamaño reducido sugiere que un área del cerebro llamada hipotálamo parece ser un 6% más pequeña en las mujeres que usan pastillas anticonceptivas.

Pero qué significa eso exactamente aún no está claro. En este estudio, las mujeres que tomaban la pastilla presentaban aumentos significativos en la ira. Los investigadores también encontraron un posible vínculo con los síntomas de depresión.

La buena noticia es que no observaron ninguna diferencia en el desempeño mental de las mujeres.



Y las mujeres que usan la píldora no deben buscar otras formas de anticoncepción debido a estos hallazgos, señalaron los investigadores.

'No hay suficientes datos como para preocuparse', dijo el autor del estudio, el Dr. Michael Lipton. 'Las pastillas anticonceptivas tienen un historial de más de 50 años. No aconsejamos ningún cambio (en la anticoncepción) con base en este hallazgo preliminar'.

Aun así, añadió, quizá haya consecuencias clínicas que este estudio no encontró porque fue demasiado pequeño.

Lipton es director asociado del Centro Gruss de Investigación con Resonancia Magnética del Colegio de Medicina Albert Einstein, en la ciudad de Nueva York.

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Funciones corporales

El hipotálamo está ubicado en la base del cerebro, y produce hormonas. También ayuda a regular las funciones corporales esenciales, como la temperatura, el sueño y la frecuencia cardiaca, apuntaron los investigadores.

'Hay muchas cosas ahí dentro', dijo Lipton. 'El hipotálamo cubre mucha funciones corporales básicas, como la regulación del sueño, la regulación reproductiva, la ovulación, el ciclo menstrual, el impulso sexual, el apetito, el estado de ánimo, la conducta relacionada con las recompensas y el [equilibrio del] agua'.

Lipton y su equipo estudiaban inicialmente las diferencias en la recuperación de las conmociones entre los deportistas de sexo femenino y masculino. Durante esa investigación, se dieron cuenta de que había una diferencia en el volumen del hipotálamo en las mujeres que tomaban pastillas anticonceptivas.

En el estudio participaron 50 mujeres. De ellas, 21 usaban pastillas anticonceptivas.

Otras afecciones

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. estiman que alrededor de un 16% de las mujeres de 15 a 44 años toman pastillas anticonceptivas. También se usan para tratar otras afecciones, como los periodos irregulares, los calambres, el acné, la endometriosis y el síndrome del ovario poliquístico.

Los investigadores solo observaron a las pastillas anticonceptivas, y no otras formas hormonales de anticoncepción, como los implantes subcutáneos y los dispositivos intrauterinos. Como esas formas de anticoncepción administran una dosis constante, en lugar de cíclica, de hormonas, sus efectos en el cuerpo o en el cerebro podrían ser distintos, señaló Lipton.

La doctora Minisha Sood, endocrinóloga en el Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, dijo que es importante notar el tamaño reducido del estudio, y que las participantes quizá ya hayan tenido trastornos del estado de ánimo.

'No es probable que este estudio cambie mi práctica clínica de inmediato, aunque quizá sirva como paso inicial para aumentar nuestra comprensión sobre la compleja relación entre los anticonceptivos orales y el cerebro', planteó Sood.

Christine Metz, profesora de los Institutos de Investigación Médica Feinstein/Northwell Health en Manhasset, Nueva York, también apuntó que la investigación no prueba causalidad. 'Eso significa que es demasiado pronto como para saber por qué podrían haber ocurrido esos cambios', indicó.

Metz añadió que también es 'importante notar que los cambios en el volumen no necesariamente significan que habrá cambios en la función cerebral. ¿Se huele menos con una nariz más pequeña?'.

Dijo que no cree que sea algo que deba preocupar a las mujeres. El estudio fue pequeño, y es difícil distinguir el hipotálamo del tejido cerebral circundante en las imágenes, explicó Metz. Además, el cerebro puede cambiar con el tiempo, así que es posible que los cambios en el volumen del hipotálamo se puedan revertir o mejorar con el tiempo.

El estudio se presentó el miércoles en una reunión de la Asociación de Radiología de América del Norte (Radiological Society of North America), en Chicago.

Los hallazgos presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.