REDACCIÓN. Una nueva investigación de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, realizada en personas de 35 a 64 años que sufrían pesadillas cada semana, demostró que tenían cuatro veces más probabilidades de presentar un deterioro cognitivo a lo largo de los 10 próximos años, y las personas mayores tenían el doble de probabilidades de desarrollar demencia.
“Actualmente, es muy difícil determinar quién va a desarrollar demencia, sobre todo en la mediana edad. Por tanto, descubrir que las pesadillas en la mediana edad y entre los adultos mayores podrían vincularse con un aumento en el riesgo de demencia podría contribuir a una identificación temprana”, planteó el Dr. Abidemi Otaiku.
MAYOR RIESGO EN HOMBRES
Otaiku también encontró que el riesgo de demencia vinculado con las pesadillas era más fuerte entre los hombres que entre las mujeres.
Los hombres mayores que sufrían pesadillas semanales tenían cinco veces más probabilidades de desarrollar demencia que los hombres que no las tenían. Pero, entre las mujeres, el aumento en el riesgo fue de apenas un 41%.
No obstante, si los médicos pudieran identificar a las personas con el mayor riesgo de demencia años o décadas antes de que surjan los problemas con la memoria y el pensamiento, sabrían quién obtendría el máximo beneficio de los tratamientos para ralentizar o prevenir los deterioros en el pensamiento, añadió.
Aunque algunos de estos tratamientos aún no están disponibles, los científicos trabajan de forma activa en su desarrollo.
“Dado que las pesadillas se pueden tratar mediante terapias psicológicas o medicamentos, esto plantea la posibilidad de que tratar las pesadillas también pudiera ayudar a ralentizar o prevenir un mayor deterioro cognitivo”, dijo Otaiku.
En promedio, se dio seguimiento a los participantes mayores durante cinco años y a los más jóvenes durante nueve años.
CONTROL DE EMOCIONES
No está claro cómo las pesadillas podrían estar conectadas con la demencia, pero Otaiku apuntó que las mismas regiones del cerebro que ayudan a controlar las emociones cuando uno está despierto también ayudan a controlar las emociones durante los sueños.
“Algunos individuos que están en las etapas iniciales de la demencia sufren una neurodegeneración sutil en partes del cerebro que ayudan a inhibir las emociones negativas durante la vigilia y los sueños”, dijo.