Use la mascarilla, pero ojo no se olvide también de lavarse las manos

Muchas personas creen que porque andan mascarilla es sinónimo de seguridad total, los médicos recuerdan que el lavado de manos y el distanciamiento son esenciales

  • 06 ago 2020

The New York Times.

En la mayoría de las personas, usar una máscara facial para protegerse de la COVID-19 no conduce a una falsa sensación de seguridad que haga que se olviden de las demás medidas de precaución, como lavarse las manos, encuentra un estudio reciente.

Aunque el nivel de protección que las máscaras ofrecen no está claro, los científicos y los legisladores instan a las personas a usarlas. Sin embargo, a la Organización Mundial de la Salud le ha preocupado que las máscaras faciales pudieran 'crear una falsa sensación de seguridad, que pueda conducir a descuidar otras medidas esenciales, como las prácticas de higiene de las manos'.



¿Pero con qué frecuencia sucede?

Para averiguarlo, un equipo británico dirigido por la doctora Theresa Marteau, de la Unidad de Investigación Conductual y en Salud de la Universidad de Cambridge, observó las evidencias para ver si esas preocupaciones podrían ser reales.

Observaron la 'compensación del riesgo', que sucede cuando las personas tienen un nivel de riesgo con el que se sienten cómodas, y ajustan su conducta para mantener ese nivel de riesgo.

La revisión, de 22 estudios publicados que contaron con más de 2,000 familias, encontró que usar máscaras no reduce la frecuencia del lavado de las manos.

De hecho, dos estudios encontraron que las tasas de lavado de las manos eran más altas en los grupos que usaban las máscaras, anotaron los investigadores.

Además, en tres estudios observacionales, los investigadores encontraron que las personas tendían a alejarse de las personas que usaban máscaras, lo que sugiere que las máscaras faciales en realidad aumentan el distanciamiento social. Pero estos estudios no fueron revisados por profesionales, y no se deben considerar definitivos.

'El concepto de la compensación del riesgo, en lugar de la compensación del riesgo en sí, parece ser una mayor amenaza para la salud pública, a través del retraso de unas intervenciones efectivas que pueden ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad', planteó Marteau en un comunicado de prensa de la Cambridge.

'Muchas organizaciones de salud pública están llegando a la conclusión de que usar una cobertura facial podría ayudar a reducir la propagación del SARS-CoV-2, y las evidencias limitadas disponibles sugieren que su uso no tiene que afectar de forma negativa a la higiene de las manos', aseguró el investigador, el doctor James Rubin, del departamento de medicina psicológica del Colegio del Rey de Londres.