Los presos con enfermedad mental son propensos a la violencia

Los exconvictos pueden presentar problemas de trastorno bipolar, de la personalidad y esquizofrenia

  • 08 sep 2015

Estados Unidos

Los presos con trastornos mentales y de uso de sustancias son más propensos a cometer crímenes violentos tras su liberación que otros presos, revela un estudio reciente.

Uno de cada siete presos tiene una enfermedad psicótica o depresión mayor, y alrededor de uno de cada cinco entra en prisión con un trastorno significativo de abuso de sustancias, señalaron los investigadores.

'Dado que esos trastornos son comunes y en su mayor parte tratables, unos mejores servicios de evaluación y de salud mental antes y después de la puesta en libertad son esenciales para prevenir la violencia futura y mejorar tanto la salud como la seguridad públicas', comentó la autora líder, Seena Fazel, profesora de psiquiatría forense de la Universidad de Oxford, en Inglaterra.

Los resultados del estudio, que se basó en casi 48,000 ex convictos de Suecia, aparecen en la edición del 3 de septiembre de la revista The Lancet Psychiatry.

Durante un promedio de tres años tras volver a la comunidad, una cuarta parte de los hombres y un 11% de las mujeres fueron condenados por crímenes violentos, como asaltos, robos, incendios provocados y ofensas sexuales, mostraron los hallazgos.

Los hombres con al menos un trastorno psiquiátrico tenían un 63% más de probabilidades de cometer un delito violento tras ser puestos en libertad que otros ex presos de sexo masculino. De forma similar, las
mujeres con al menos un trastorno psiquiátrico tenían el doble de probabilidades de cometer un delito violento que otras ex presas, encontró el estudio.

El estudio 'subraya la importancia de tratar el uso inadecuado del alcohol y las drogas de forma activa y con terapias basadas en las evidencias', señaló Fazel en un comunicado de prensa de la revista.

Todos los trastornos psiquiátricos se asociaron con un mayor riesgo de violencia tras la salida de la prisión. Pero el riesgo más alto se observó entre los que tenían esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno de la personalidad, trastorno por hiperactividad con déficit de atención y otros trastornos.