Los fuegos artificiales son duros para los oídos

Se debe utilizar protección para el oído cuando se esté cerca de los fuegos artificiales o de otros ruidos altos

Estados Unidos

Su audición puede resultar afectada durante los fuegos artificiales del 4 de julio.

Así que no se olvide de obtener protección para sus oídos cuando salga a ver los fuegos artificiales este día de fiesta, aconseja la Academia Americana de Audiología (American Academy of Audiology, AAA).

El ruido de los fuegos artificiales puede alcanzar incluso los 155 decibeles, que es más ruidoso que un avión a propulsión cuando despega (150 decibeles) o un martillo neumático. El ruido por encima de los 120 decibeles puede provocar un daño inmediato a la audición, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.

Quizá le sorprenda enterarse de que son los fuegos artificiales de jardín, no los espectáculos profesionales, los que plantean el mayor riesgo para el oído.

'Nunca agarre un fuego artificial o petardo, con la intención de lanzarlo antes de que explote. Incluso si lo tira a tiempo [para evitar lesionarse las manos y la cara], si está cerca de usted al explotar, su oído puede dañarse inmediata y permanentemente', señaló Jackie Clark, presidenta de la AAA. Clark también es profesora clínica en la Facultad de Ciencias del Cerebro y de la Conducta de la UT Dallas.

'El oído interno contiene unas delicadas células ciliadas que no se regeneran. Una vez el ruido las daña, el resultado es un daño permanente en el oído', explicó en un comunicado de prensa de la academia.

'Los niños tienen un riesgo particular de pérdida auditiva por los fuegos artificiales en el jardín, debido a su emoción y curiosidad y el deseo de estar cerca de la actividad', advirtió Clark.

Se debe utilizar protección para el oído cuando se esté cerca de los fuegos artificiales o de otros ruidos altos, aconsejan los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos.

Alrededor de un 15 por ciento (37.5 millones) de adultos estadounidenses de 20 a 69 años de edad tienen algunos problemas auditivos, y unos 29 millones podrían beneficiarse del uso de audífonos, según los NIH.