REDACCIÓN. Si de forma repentina se paraliza una parte de tu rostro, pierdes fuerza en un brazo o pierna, o tienes dificultad para hablar, es urgente ir al hospital.
Estos síntomas podrían ser señal de un infarto o una hemorragia cerebral, una lesión en el cerebro ocasionada por la interrupción de la irrigación sanguínea y que puede ocasionar la muerte de no atenderse a tiempo.
“Si actuamos rápido, podemos evitar no solamente que haya un daño en la función de la persona, podemos salvar la vida”, señala Fernando Góngora Rivera, líder de la unidad neurovascular del Servicio de Neurología del Hospital Universitario.
- FACTORES DE RIESGO -
Desde hace algunos años las cifras están incrementando y cada vez se observa más en pacientes menores de 40 años.
“La razón es porque los sabemos detectar más rápido, pero también porque hay más contacto con factores de riesgo”, indica.
Diabetes, hipertensión, tabaquismo, sobrepeso, aumento en colesterol, sedentarismo, consumo de drogas y en ocasiones, el uso indiscriminado de hormonas, aumentan las probabilidades de desarrollar accidente cerebrovascular.
- ¿QUÉ ES UNA EMBOLIA? -
El infarto cerebral, también conocido como embolia, es la forma más común de ictus.
Ocho de cada 10 de estas enfermedades son infartos, mientras que las dos restantes son hemorragias cerebrales, también llamadas derrames.
Ambas patologías, ahonda Góngora, provocan que se pierdan algunas funciones muy específicas de una región del cerebro, lo que ocasiona manifestaciones como desviación de la boca, debilidad en una extremidad de un lado del cuerpo y pérdida del habla o comprensión del lenguaje.
“Cuando es una hemorragia, además de esos tres casos clínicos, el paciente puede tener un dolor de cabeza muy intenso”, apunta el especialista.
TOME EN CUENTA
Al ser síntomas con duración de minutos, hay pacientes que los dejan pasar sin atenderse.
El problema es que entre más tiempo pase sin recibir tratamiento, incrementa la posibilidad de que el daño sea mayor y permanente.
“Si van rápido a un hospital y el médico le da un medicamento que abre la arteria, el daño no será muy grande y es más fácil que se recupere”, apunta el experto.
Asimismo, exhorta a tomar medidas de prevención del ictus desde tempranas etapas.
