REDACCIÓN. La adolescencia es un periodo de crecimiento acelerado con un aumento muy importante tanto de la talla como de la masa corporal.
En esta etapa tiene lugar un cambio en la composición del organismo, el cual varía las proporciones de los tejidos libres de grasa, huesos y músculos.
Según estudios, durante la adolescencia el ser humano adquiere entre el 40 y 50% de su peso definitivo, el 20% de la talla adulta y hasta el 50% de la masa esquelética.
Paralelo al crecimiento se desarrollan nuevas habilidades, intereses, emociones y, por supuesto, los cambios en la alimentación, ya que el cuerpo genera nuevas necesidades que solo pueden suplirse a través de una ingesta más alta de ciertos nutrientes.
Características de la mala alimentación
Generalmente, durante esta etapa los jóvenes llevan una dieta elevada en grasas, azúcares y sodio, y escasa ingesta de fibra, calcio, vitaminas A y C, así como de frutas, verduras y lácteos.Además, es irregular en el patrón diario de comidas.
Es decir, los jovencitos suelen omitir comidas, como el desayuno y almuerzo, y se concentra mucha cantidad en la comida de la cena.
Por si fuera poco, los adolescentes también acostumbran a consumir productos ultraprocesados, altos en calorías; pero de bajo aporte nutricional, tales como las bebidas e infusiones azucaradas, panificados, golosinas y las comidas rápidas.
Este tipo de alimentación puede producir carencias en micronutrientes y un exceso de aporte calórico y grasas, conduciendo a la obesidad, que es factor de riesgo cardiovascular.
Cambios necesarios en la alimentación
La nutricionista Iliana Castillo explica que la transición de la infancia a la adolescencia acarrea diferencias en los hábitos alimenticios, ya que, como se reitera, en esta edad de crecimiento surge un mayor requerimiento calórico.
“Por eso es normal que los adolescentes siempre tienen hambre, siempre quieren estar comiendo, y esto no es malo, sucede porque están en desarrollo, igualmente hay algunos nutrientes que necesita más, como el calcio, hierro y proteínas”.
Trastornos alimenticios
La experta afirma que los más comunes que se desarrollan a esta edad son la bulimia y la anorexia, sobre todo en las niñas, que son las más vulnerables a desear una silueta delgada.
“Es muy importante que los padres pongan atención a lo que sus hijos comen, a sus conductas, tales como el aislamiento durante o después de comer, ya que puede ser señal de un trastorno alimenticio”, indica la doctora Iliana
Recomendaciones
Es importante eliminar las etiquetas, el adolescente puede comer de todo; pero debe cuidar los excesos, no es necesario comer solo ensaladas, debe haber un equilibrio y procurar en la medida de lo posible comer frutas y verduras, tomar mucha agua y hacer ejercicio regular para una salud plena.
Por último, la doctora afirma que no es correcto que un jovencito menor de 18 años entrene pesado en un gimnasio, ya que esto afecta su desarrollo, lo ideal es hacer una hora de actividades como correr, zumba, trotar, bicicleta, entre otros.
- Calcio
Fundamental para el crecimiento de la masa ósea. El 45% de la misma se forma durante la adolescencia, por lo que se debe consumir durante esta etapa.
-Hierro
Es necesario debido al incremento sanguíneo que ocurre en esta etapa. En las chicas es aún más importante debido a su pérdida durante la menstruación.
-Deporte
Si el adolescente realiza algún deporte de forma regular o de alta competición, necesitará un aporte mayor de energía para mantener un equilibrio en su cuerpo.