SAN PEDRO SULA.
Si le gusta bañar en la piscina debe tener cuidado de no contagiarse de problemas dermatológicos mientras nada o camina por la orilla.
El calor y la humedad pueden favorecer la proliferación de hongos y bacterias que afectan directamente la piel.
Un factor irritante es el cloro, ya que barre la humectación natural de la piel, sobre todo cuando permanece varias horas dentro de la alberca, como las personas que esperan a que la piel se les arrugue para salirse del agua y no tienen presente que el cloro maltrata la piel y el cabello.
Se pierde la suavidad
“Al barrerse la protección natural ocasiona resequedad, comezón e irritación, se vuelve una piel más sensible con mayor predisposición a que hongos, bacterias y virus se peguen fácilmente. Es un medio de contagio”, indica el dermatólogo Édgar Monreal Puente, de México.
Los más afectados son los pies con el pie de atleta causado por hongos. Su contagio es el resultado de la combinación de tres factores: humedad, al no secarse bien entre los dedos del pie; predisposición genética, ya que el hongo prefiere cierto tipo de pieles, y bajas defensas.
También las bacterias se proliferan, en especial en zonas del cuerpo que guardan humedad como las ingles, axilas y pliegues del busto y abdomen.
Dentro de las infecciones bacterianas se encuentra el eritrasma, que no es una afección exclusiva de las albercas; pero se desarrolla con el calor y la humedad.
Y la queratolisis, que produce sudoración, mal olor y comezón. Los virus también acechan en las piscinas. Aunque duran poco tiempo fuera del organismo, puedes contagiarle de verrugas virales o mezquino.
No permanezca con la ropa mojada, pues es una causa de otros males.
Consejos
1. Use dos toallas para secarse, una para los pies y otra para el cuerpo. Extienda las toallas que use para que se sequen, no permita que guarden humedad. Lleve sus sandalias y déjelas en la orilla de la piscina.
2. Póngase protector solar por lo menos una hora antes de meterse a la piscina. Si tiene piel seca, use una crema humectante antes del protector. Repita la operación cada vez que se meta al agua.
