El yogur y los lácteos forman parte de la dieta equilibrada, ya que estos alimentos ayudan a un buen funcionamiento del organismo.
La nutricionista Mae Moreno detalla que el yogur es fuente que se digiere más fácil que la leche, ya que la lactosa se encuentra predigerida y por eso es un buen recurso para incluir lácteos progresivamente en las personas que no toleran correctamente la lactosa.
Posee proteínas de alto valor biológico que son proteínas de origen animal, por lo que su calidad es alta. Por lo tanto, es un buen recurso para incluir proteínas en la dieta de los más pequeños.
Favorece el funcionamiento intestinal, ya que mantiene la flora bacteriana propia del intestino y ayuda a restablecerla cuando este es afectado por alteraciones gastrointestinales, detalla la especialista.
Es una excelente fuente de calcio, fósforo y magnesio, minerales que no pueden faltar para mantener el sistema músculo- esquelético en perfectas condiciones.
Sabores.
No es lo mismo, el queso y el yogur proceden de la leche, y su aporte de nutrientes es similar pero tienen diferencias.
El yogur puede combinarlo con frutas y preparar un buen batido nutritivo.
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Anabel Aragón nutricionista de España, explica que el yogur: tiene un contenido de lactosa muy bajo en comparación a la leche. Algunos yogures frescos nos pueden aportar probióticos a diferencia de la leche que no los tiene.
El yogur es un producto lácteo de una consistencia cremosa. Se obtiene a partir de una fermentación de la leche. La leche puede ser de muchos tipos aunque normalmente se utiliza la de vaca.
La fermentación del azúcar de esta leche en ácido láctico es lo que atribuye al yogur ese sabor tan característico, fresco, ácido y su consistencia. En los últimos años se han puesto de moda los yogures de sabores de todo tipo.
Los yogures presentan bacterias activas, llamadas probióticos. Ayudan al buen funcionamiento de nuestro intestino, que algunas veces se puede ver afectado por una alimentación incorrecta, por infecciones, o por abuso de medicamentos, explica Aragón.
El yogur hace la leche más digestiva, al ser su contenido en lactosa inferior que el de la leche; puede haber personas que no deban tomar leche pero sí yogures sin que les afecte.
El queso: su contenido en grasa y proteína es muy superior a la de la leche y el yogur al estar mucho más concentrado. Tienen más grasas, proteínas y contenido en sal. Por ello, los quesos maduros se deben consumir con moderación.
Consumo de lácteos al día en niños y adolescentes es de tres raciones al día, mientras que en los adultos es dos raciones al día. Una ración puede ser un vaso de leche; un yogur y 30 gramos de queso.
Se pueden consumir yogur a diario, y hay muchas opciones de yogur en el mercado: entero, desnatado, semidesnatado, sin azúcares añadidos, bebibles, cremosos, de sabores.
Productos sin lactosa
Aragón detalla que la lactosa es un tipo de azúcar que está presente de forma natural en toda la leche de los mamíferos, también se encuentra en muchos alimentos preparados. Químicamente es un disacárido natural que tiene glucosa y galactosa.
Por otro lado, es la enzima que produce nuestro intestino, que es el encargado de digerirla. La falta de producción de esta enzima es lo que algunas personas sufren, la intolerancia a la lactosa.
Hay muchos productos en el mercado para facilitar a esas personas el consumo de lácteos sin problemas en su digestión.
Esto no quiere decir en absoluto que los productos sin lactosa engorden menos, no tiene ninguna evidencia científica. Lo que va a determinar que una leche o yogur tenga más calorías que otros es su contenido en grasas.
El colesterol y los lácteos
Los lácteos contienen grasas saturadas porque es una grasa de origen animal, por ello, las personas con colesterol alto deben restringir mucho su consumo, indica Aragón.
Los lácteos se pueden consumir de forma regular.
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No hay que generalizar porque siempre se tendrá la opción de tomar yogures y leche desnatada. Quesos bajo en grasas como el queso fresco, pero reducir el consumo de quesos maduros.
Lo ideal es siempre consultarlo con el médico o el nutricionista y seguir un régimen personalizado, sobre todo si sufrimos alguna patología.
Importante
La nutricionista Marianela Ibarra comenta que este mineral se encarga de dar una buena salud a los huesos y dientes así como prevenir la osteoporosis a largo plazo.
Los lácteos contienen otras vitaminas y minerales así como proteínas de buena calidad. Se recomienda preferir los lácteos descremados y los quesos blancos por tener una menor cantidad de grasa saturada, detalla.