Bipolaridad: estados entre euforia y depresión

El sufrimiento que conlleva esta patología es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo, ya que produce conductas insanas que alteran la calidad de vida.

  • 07 abr 2023

REDACCIÓN. “Es bipolar”, “está loco”, “qué tonto” son algunas de las frases que más se utilizan en la actualidad para referirse a los cambios de humor de una persona, ya que, erróneamente, muchos piensan que la bipolaridad consiste en pasar repentinamente de la tristeza a la alegría o viceversa.

No obstante, los expertos afirman que sentir emociones positivas y negativas en cortos períodos no es lo mismo que sufrir un trastorno bipolar.

“Este trastorno es crónico y recurrente, se caracteriza por fluctuaciones patológicas del estado del ánimo. La enfermedad se manifiesta en fases que incluyen episodios maníacos, hipomaníacos y depresivos, los cuales interfieren de forma significativa en la vida cotidiana del paciente y en su entorno, con importante repercusión en su salud y calidad de vida”, expresa la psicóloga Katherine Villatoro.

Según estudios, la bipolaridad va desde un estado emocional eufórico hasta episodios de depresión.

- GRADOS DE BIPOLARIDAD -

Existen distintos grados de trastorno bipolar. El primero lo provoca, por lo menos, un episodio maníaco lo suficientemente importante para interrumpir una vida cotidiana normal y varios episodios depresivos con cierta regularidad.

El trastorno bipolar II presenta episodios depresivos más graves y algún episodio maníaco esporádico.

El trastorno ciclotímico se caracteriza por padecer sintomatología de episodios hipomaníacos y depresivos menos duraderos e intensos, pero en un período relativamente largo (entre uno y dos años).

¿Cómo se diagnostica?

“El diagnóstico de bipolaridad es hecho por el médico al observar la depresión alterna con un episodio maniaco”.

Katherine Villatoro - Psicóloga

Bipolaridad: estados entre euforia y depresión

- SÍNTOMAS -

Los síntomas maníacos consisten en un estado de ánimo “anormal” y persistentemente elevado, con ideas de omnipotencia e invulnerabilidad, que también puede ir acompañado de irritabilidad.

Asimismo, la Organización Mundial de la Salud indica que estos pueden incluir euforia, mayor actividad o energía, verborrea, pensamientos acelerados, egocentrismo, sentimientos de grandeza, falta de sueño, distracción y comportamiento impulsivo, imprudente e hiperactividad dirigida a un objetivo (laboral, social, sexual, entre otros).

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Por otro lado, los episodios de depresión que experimentan los maníacos se caracterizan por sentimientos de tristeza, vacío interior, incapacidad para sentir placer, pérdida de peso sin causa objetiva, pérdida del apetito, insomnio, cansancio, sentimientos de inutilidad o de culpabilidad excesiva, pensamientos de muerte recurrentes, el intento de suicidio o la existencia de un plan para llevarlo a cabo.

El sufrimiento de la persona bipolar es muy elevado y sus conductas insanas interfieren el desarrollo de su vida cotidiana.

- TRATAMIENTO -

Al ser una condición crónica, un paciente con este diagnóstico no se cura; sin embargo, existen tratamientos paliativos que ayudan a mejorar los síntomas.

“El objetivo del tratamiento es dar una respuesta adecuada a ambas fases de la enfermedad (manía y depresión), prevenir la frecuencia y mejorar la calidad de vida entre episodios”, explica la psicóloga, por lo que destaca los siguientes.

“El tratamiento se puede manejar farmacológicamente para disminuir la sintomatología efectiva en los episodios agudos”.

Villatoro recalca la importancia de las intervenciones psicosociales estructuradas, como ser “terapia individual, familiar o grupal, las cuales se han validado como un medio efectivo de contribuir a la manutención de la adherencia al tratamiento y prevenir recaídas”.

Bipolaridad: estados entre euforia y depresión