¡Atención! si tiene diabetes, podría desarrollar insuficiencia renal

La enfermedad renal crónica avanzada se manifiesta con retención de líquidos, hinchazón facial y en manos, dificultades para orinar, fatiga, náuseas, vómitos y picazón en la piel.

En el marco del Día del Riñón (14 de marzo), la comunidad médica y pacientes se unen por la prevención, diagnóstico y tratamiento oportuno las afecciones renales.

En el país, la enfermedad renal crónica tiene una incidencia de entre el 8 y el 10%. Se ubica como la primera enfermedad por años de vida ajustados por discapacidad y ocupa el tercer lugar entre todas las causas de muerte.

“El daño renal suele ser asintomático, los pacientes no sufren molestias evidentes. Esto genera que la consulta al médico se dé solo cuando la enfermedad está avanzada, es decir, cuando ya presentan síntomas, como la retención de líquidos, hinchazón facial y en manos, dificultades para orinar o reducción significativa en la cantidad de orina, así como fatiga, náuseas, vómitos y picazón persistente en la piel” señala el Dr. Jorge Rico, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión.

Estos signos pueden ser de enfermedades cardíacas u otras condiciones de salud, por ello se debe tener un diagnóstico integral para detectar la causa.

Ante cualquiera de estos factores de riesgo y señales es importante tener una atención médica temprana para ralentizar la progresión de la enfermedad renal crónica.

La mejor herramienta es la prevención, asista a consulta médica periódicamente.

La enfermedad renal en pacientes diabéticos:

Cuando los niveles de azúcar en la sangre no están bien controlados, con el tiempo, esto puede dañar los pequeños vasos sanguíneos de los riñones, lo que lleva desarrollar insuficiencia renal y otros problemas en ojos, pies y en el sistema nervioso.

Con esta afección sus riñones pierden la capacidad de filtración, afecta la regulación del equilibrio corporal, la eliminación de desechos, control de los niveles de líquidos internos y el mantenimiento de la presión sanguínea en niveles adecuados.

“Tener diabetes aumenta significativamente el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica, pero también es importante tener en cuenta que hay una variedad de factores que pueden influir en este riesgo, como la presencia de albuminuria, la duración de la diabetes, y la presencia de otras complicaciones como la retinopatía diabética y otras comorbilidades” afirmó el doctor Mauricio Chavez, asesor médico cardiorrenal de Bayer.

Si cuenta con alguno de estos factores de riesgo, es importante llevar un control adecuado sobre su salud renal: Tener presión arterial alta o enfermedad cardíaca (cardiovascular), fumar, tener obesidad, contar con antecedentes familiares de enfermedad renal, tener estructura renal anormal, tener una edad avanzada, el uso frecuente de medicamentos que pueden dañar los riñones.

Las cifras mundiales más recientes estiman que, del total de personas diabéticas, el 90% están clasificadas como tipo 2; y, de estos, dos de cada cinco; es decir, alrededor de un 40%, desarrollarán enfermedad renal crónica

Campaña “El grito del riñon”

Esta campaña se dio a conocer cuando diversos pacientes, médicos y personas del común se unieron por redes sociales por una misma causa: Ninguna persona debería presentar insuficiencia renal en etapas avanzadas.

La tendencia consiste en subir un video en redes sociales con un grito al principio como: “¡OIGA! ¡OJO!” Seguido a esto responder a una de las dos preguntas:

¿Por qué deberíamos hacernos chequeos tempranos para el riñón? ¿Qué le dirías a un amigo que tenga factores de riesgo para invitarlo a hacerse un chequeo médico? Las publicaciones están acompañadas de la etiqueta #ElGritoDelRiñón.

En pacientes diabéticos, si la ERC no es tratada a tiempo y adecuadamente, puede empeorar y convertirse en una insuficiencia renal terminal.

Si esto no ocurre, necesitarán de una diálisis periódica (tratamiento de la insuficiencia renal en fases avanzadas para eliminar sustancias dañinas de la sangre cuando los riñones no lo pueden hacer); o, recibir un trasplante de riñón para poder sobrevivir.

¡Oír sus riñones puede marcar la diferencia entre la prevención y la intervención!

Fuente: Bayer