Ayudante descarta fallas en el rapidito accidentado en la colonia Lempira: "El bus iba bien"
Diego Enamorado, el conductor del rapidito accidentado en la colonia Lempira, sigue sin aparecer a cuatro días de la tragedia en la que murieron dos jóvenes.
- 11 de septiembre de 2025 a las 09:54 -
Manuel de Jesús Tróchez era el ayudante del rapidito que conducía Diego Enamorado el día de la tragedia en la que murieron dos jóvenes en la colonia Lempira, San Pedro Sula. En las últimas horas, el ayudante dio su versión de los hechos.
Manuel de Jesús Tróchez, un joven de 18 años, fue uno de los heridos que sobrevivieron al accidente. Le dieron de alta el pasado lunes en el Hospital Mario Catarino Rivas, ha seguido su recuperación desde casa.
Manuel tiene vagos recuerdos del accidente, pero testificó que, antes de caer al abismo, el rapidito chocó contra un poste. Según él, no hubo fallas mecánicas. "Tenía los ojos y la cara hinchada (...). Abrí la puerta del rapidito para que todos salieran y, con ayuda de los gritos de las personas, logré salir".
"Yo acababa de cobrar y, de la nada, comencé a ver si había un carro atrás (...). Luego empezamos a dar vueltas dentro del bus... después no recuerdo más", expresó Manuel, con el rostro lleno de moretones y la cara hinchada.
Manuel, quien es padre y esposo, agregó que él no supo nada más de Diego Enamorado, conductor del rapidito, y que no recuerda nada más del accidente. "Recuerdo cuando ya estaba en el hospital".
El rapidito que se desplazaba desde Cofradía hacia San Pedro Sula con varios pasajeros cayó en una hondonada y posteriormente se incendió.
Sujaily Rocío Enamorado Euceda, de 23 años, y José Javier Mendoza Cortéz, de 20 años, fueron los dos jóvenes que murieron tras el accidente.
El paradero de Diego Enamorado sigue incierto tras cuatro días de la tragedia. Familiares de las víctimas piden justicia a las autoridades hondureñas.
Agentes policiales que llevan el caso confirmaron a La Prensa que los trabajos de investigación van avanzados, pero indicaron que el conductor no solo huyó de la escena el día del accidente, sino que también conducía la unidad de transporte de forma ilegal, ya que no tiene licencia de conducir.
“Según el registro de emisión de licencias, el joven no había solicitado el permiso para conducir, lo que indica que manejaba de manera ilegal”, afirmó un agente policial.
Los familiares, con profundo dolor, dieron el último adiós a Rocío y José. Para ellos, las inesperadas muertes fueron como “un balde de agua fría”.
Con lágrimas en los ojos y profundo dolor, don José Mendoza despidió a su hijo en Cofradía. En su lápida colocó los carritos que el joven coleccionaba, como un último acto de despedida.
Karen Euceda, madre de Rocío, también se pronunció y afirmó que su hija dio la vida por su hijo. “Espero que las autoridades hagan justicia”, expresó.
Hasta el momento, las autoridades hondureñas no han revelado avances sobre el paradero del conductor. Los hondureños reaccionaron en redes sociales y se unieron al clamor de justicia.