Así se ve Nueva York tras la primera nevada de la temporada
La ciudad de Nueva York despertó este domingo teñida de blanco tras la llegada de la primera nevada de la temporada.
- Actualizado: 14 de diciembre de 2025 a las 14:02 -
Así amaneció de teñida de blanco la ciudad de Nueva York este domingo tras la caída de la primera nevada de la temporada, que se ha dejado notar también en Boston y Filadelfia
La nieve comenzó a caer a última hora del sábado y continuó el domingo por la mañana llegando a acumularse hasta 2,6 pulgadas (casi 7 centímetros) en algunos puntos de la ciudad.
La Gran Manzana amaneció bajo un manto blanco uniforme pero no muy compacto, aunque en algunos puntos de las afueras y en Nueva Jersey se han registrado nevadas mayores.
En esas zonas se espera que acumulen hasta seis pulgadas de nieve (más de quince centímetros).
El Servicio Meteorológico Nacional informó que la tormenta invernal terminará este domingo por la tarde, aunque las temperaturas seguirán siendo bajas.
Según las autoridades meteorológicas no se espera una nevada demasiado importante en términos de cantidad de nieve.
El Departamento de Sanidad de la ciudad de Nueva York lleva desde el viernes esparciendo salmuera en las carreteras y las autoridades ya trabajan para asegurar una correcta circulación en la ciudad.
Vista de un muñeco de nieve en el Central Park durante la primera nevada este domingo, en Nueva York (Estados Unidos).
Personas visitan y se fotografían en el Central Park durante la primera nevada este domingo.
¿Por qué nieva en Nueva York? La nieve en Nueva York es el resultado directo de su ubicación geográfica y de los patrones climáticos que afectan al noreste de Estados Unidos. Durante el invierno, masas de aire frío descienden desde Canadá y chocan con sistemas de baja presión que se desplazan por la región.
Otro factor clave es la cercanía de Nueva York al océano Atlántico. Las tormentas costeras, conocidas como nor’easters, se forman cuando el aire frío continental se encuentra con el aire más cálido y húmedo del océano.
Algunos inviernos registran nevadas históricas que paralizan el transporte y la actividad económica, mientras que otros son más suaves debido al cambio climático, que ha aumentado la frecuencia de temperaturas invernales más cálidas. Aun así, la nieve sigue siendo una parte característica del invierno neoyorquino.