Drones y cohetes intensifican el conflicto entre Tailandia y Camboya
Tailandia y Camboya se enzarzan en un cuarto día de ataques antes de una posible reunión.
- 27 de julio de 2025 a las 00:00 -
Tailandia y Camboya siguieron este domingo enzarzadas en un enfrentamiento armado en su frontera compartida, en el cuarto día de un conflicto que sigue sin cesar, aunque las negociaciones podrían comenzar el lunes con una reunión de sus líderes en Malasia.
El enfrentamiento a lo largo de la frontera entre Tailandia y Camboya, en el que se han empleado cazas F-16, cohetes BM-21 y bombas de racimo, ha dejado ya unos 218.000 desplazados que se refugian en centros de evacuación y campos temporales.
Los militares tailandeses también utilizan drones para atacar posiciones en la frontera de Camboya.
Un total de 21 personas han muerto del lado tailandés (13 civiles y 8 soldados) y 13 del lado camboyano (8 civiles y 5 militares), según los últimos balances oficiales.
Pese a los esfuerzos diplomáticos las hostilidades no han cesado y llegaron este domingo al cuarto día, con al menos 34 muertos, decenas de heridos y miles de desplazados.
El Ministerio de Defensa camboyano y el Ejército tailandés confirmaron nuevos ataques de sus respectivas partes este domingo, que en ambos casos justificaron con que las operaciones militares del contrario no se detienen.
"Las fuerzas tailandesas continúan llevando a cabo incursiones agresivas en territorio camboyano" con "armamento pesado", confirmó por la mañana la portavoz del Ministerio de Defensa de Camboya, Maly Socheata, en una rueda de prensa.
Más tarde, la misma cartera acusó a Bangkok de "intensificar el conflicto en lugar de reducirlo", al tiempo que las fuerzas tailandesas lamentaron que Nom Pen "no cese sus ataques".
Vista de los daños causados por un ataque camboyano en una base tailandesa en la provincia de Surin, según informa el Ejército tailandés.
En Camboya, el ministerio de Defensa indicó que, en cuatro días, el número de familias desplazadas asciende a 25.000, con un total de 80.000 afectados, la mayoría desplazados a puntos más alejados de la frontera de la misma provincia en la que residen.
"Temiendo que las balas hirieran a nuestros hijos, intentamos huir, dejando nuestras pertenencias en casa. Ni siquiera la puerta estaba cerrada", dijo a EFE Sem SokHeng, de 65 años y residente de la aldea Sen Chey, en la provincia de Preah Vihear (norte).
El conflicto ha dejado decenas de heridos en ambos países.