“No nos detendremos”: continúan las búsquedas tras devastadora inundación en Texas
Una tormenta en el sur de Texas deja al menos 52 muertos y decenas de desaparecidos, incluidas 27 niñas de un campamento cristiano.
- 06 de julio de 2025 a las 00:00 -
Las inundaciones provocadas por una tormenta que golpeó el sur de Texas entre la noche del sábado y la madrugada del domingo dejan ya al menos 52 muertos, además de una cifra indeterminada de desaparecidos —incluidas 27 niñas que pasaban el verano en un campamento cristiano.
Los estragos que dejó la crecida del río Guadalupe, que se extiende por 370 kilómetros y divide varios pueblos a la mitad, alcanzan hasta donde llega la vista.
Carros volteados con las llantas hacia arriba, como juguetes abandonados por un niño; quimeras de escombros con trozos de ventanas, canoas, colchones y postes de luz; pedazos de asfalto esparcidos como piezas de rompecabezas.
Entre los restos, los distintos cuerpos de seguridad desplegados en la zona continuaron con la búsqueda de los desaparecidos. En botes, helicópteros y a pie, las autoridades recorrieron la zona y lograron rescatar con vida a unas 850 personas, según informaron los líderes locales.
El alguacil del condado de Kerr, Larry Leitha Jr., aseguró el domingo que no se detendrán hasta que "cada una de las personas sea encontrada".
"Esta comunidad es fuerte y seguirá unida durante este momento tan doloroso", recalcó Leitha Jr. a los reporteros. Por su parte, el gobernador del estado, Greg Abbott, solicitó a la administración de Donald Trump que firmara una declaración de desastre y declaró el domingo como un "día de oración" a nivel estatal en honor a las víctimas.
Desde la 1:00 del sábado, el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés) comenzó a emitir alertas sobre la amenaza de inundaciones en los condados de Bandera y Kerr.
En una de las primeras ruedas de prensa tras el desastre, las autoridades reconocieron que los pronósticos de lluvia subestimaron las precipitaciones. Algunos expertos, sin embargo, han expresado dudas sobre qué tan preparada estaba la región, dada la magnitud de la tragedia.
"Parece que se podrían haber llevado (...) medidas preventivas para reducir el riesgo de muertes si los organizadores de los campamentos afectados y las autoridades locales hubieran atendido las advertencias del gobierno y de fuentes meteorológicas privadas", señaló el principal meteorólogo de la empresa AccuWeather, según reportó el medio local The Texas Tribune.
En total, entre la noche del 3 de julio y la madrugada del 4 se acumularon entre 12.7 y 27.9 centímetros de lluvia en los condados de Kerr, Bandera, Tom Green y Kendall, según el NWS.