Filippo Sorcinelli, el sastre abiertamente gay que diseña para el Vaticano
Ha vestido desde Benedicto XVI hasta el Papa Francisco. Es católico y dirige uno de los talleres de sastrería litúrgica más prestigiosos de Italia.
- 29 de abril de 2025 a las 11:41 -

Con el mundo entero mirando hacia el Vaticano tras el fallecimiento del Papa Francisco y con la celebración inminente del cónclave del que saldrá el nombre del próximo líder de la Iglesia, el interés por todo lo relacionado con la Santa Sede se ha disparado; incluyendo las cuestiones de vestuario.

Hoy queremos presentarte a Filippo Sorcinelli, una figura conocida dentro del sector de la sastrería eclesiástica, por haber vestido tanto al Papa Francisco como a su predecesor, Benedicto XI, siendo abiertamente homosexual.

A solo tres minutos a pie de la Basílica de San Pedro del Vaticano se encuentra la tienda y el ‘showroom’ de Atelier Lavs -acrónimo de Laboratorio Atelier Vesti Sacre- la firma de indumentaria y accesorios litúrgicos que Filippo fundó en el año 2001 y que con el paso de los años ha vestido a altos cargos eclesiásticos de todo el mundo.

Sus diseños han llegado a la catedral de Notre Dame de París, a la catedral de San Patricio en Nueva York, a la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén y, como decíamos, también al Vaticano.

Su primer encargo papal llegó en 2008 con una pieza para Benedicto XVI. Desde entonces ha confeccionado más de 50 vestimentas para los dos últimos Papas, incluyendo la mitra que usaría Benedicto XVI en su funeral, la vestimenta de Francisco para su misa inaugural en 2013 y, también, su última mitra.

“Nunca le he tomado medidas al Papa, ni al actual, ni a los anteriores”, reconoce.

Aunque lamenta que nunca se anuncie oficialmente cuando el Papa luce una de sus prendas, algo que para él sería una “señal de respeto”, Filippo trabaja con la excelencia por bandera desde su taller, ubicado en Santarcangelo di Romagna (municipio de la provincia de Rímini), que da trabajo a siete modistas especializadas en las particularidades de este oficio.

Filippo, como católico practicante y persona del colectivo LGTBIQ+, ha logrado separar su vida privada de los negocios. “Soy abiertamente gay desde 2013 y vivo las facetas de mi sexualidad de forma absolutamente cotidiana y totalmente normal. Está claro que en nuestro camino chocamos con ideologías sociales, políticas y, por supuesto, religiosas”, afirma en el documental.

“Pero lo que realmente quiero decir como católico y especialmente como homosexual es que me duele que sigan surgiendo dificultades en la vida cotidiana y también en relación con la Iglesia. El cambio lleva tiempo”, dice esperanzado.

Él mismo contribuye a este cambio a través de su tienda de Roma, donde da trabajo a Giuseppe Didio, vendedor gay que antes fue sacerdote. “La razón por la que dejé el clero tras 16 años es mi homosexualidad. Como sacerdote tenía que ocultar mi identidad sexual y no era feliz.