Esta es la historia de la batalla Marie Fredriksson, cantante de Roxette, quien falleció este 10 de diciembre después de una lucha de 17 años contra un cáncer cerebral.
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El infierno de Marie Fredriksson, que alcanzó la fama mundial en la década de 1990 con éxitos como 'It must have been love', inició un 11 de septiembre de 2002, después de sufrir un desmayo en su casa, lo que le causó serias heridas en su cabeza.
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Fue después de esto que la artista fue diagnosticada con un tumor cerebral, lo que en un inició provocó su desmayo. La primera pregunta de Frediksson fue ¿cualés serían sus probabilidades de vivir?.
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Después de los estudios los médicos solo le dieron un %25 de probabilidades de sobrevivir, y vaticinaron que no pasaría del año. Sin embargo Marie tenía por qué luchar, la familia que había formado con su esposo Mikael Bolyos, con quien tuvo dos hijos, que eran solo unos niños en aquel entonces.
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La intérprete de Roxette tuvo meses agotadores con tratamiento de quimioterapia y radiación, que le dejó varios problemas de salud. Entre estos, quedó ciega de un ojo y con audición limitada y no pudo hablar durante meses después del tratamiento.
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Pero cuando Marie comenzó a tener dificultades para escribir , olvidar muchas palabras- incluso las letras de sus canciones- y perder el habla, los doctores decidieron operar para extirpar el tumor.
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'La vida se convirtió en algo completamente diferente de lo que yo estaba acostumbrada. Soy una persona atrevida y divertida que está atrapada en un cuerpo enfermo. Hay una tristeza que me acompaña todo el tiempo, que está ahí constantemente.', describió Marie en su biografía 'Listen to my heart', escrita por la periodista sueca Helena von Zweigbergk , ya que la cantante no podía hacerlo por sí misma.
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Aún en estos momentos la artista encontró razones para estar agradecida 'Al mismo tiempo, tengo mucha suerte. Una familia fantástica, un trabajo fantástico y una casa fantástica. Cuando pienso en ello me digo a mí misma que no puedo sentarme a lloriquear”, puntualizó la diva.
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En 2007 Marie Fredriksson logró volver a los escenarios con una gira solista por su país, a la que bautizó Nu! (¡Ahora!) y en 2011 volvió a reunirse con su compañero, Per Gessle, y retomó los conciertos con Roxette.
En 2016, ambos encararon una breve gira mundial para conmemorar el 30 aniversario de la banda. El tour terminó poco después por indicaciones del médico Marie.
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“A pesar de la pérdida que he sentido en la vida, siempre he experimentado una fuerza enorme al cantar. Eso es lo que no me puede arrebatar nadie. Mi voz nunca me ha fallado”, contó Marie.
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“Las dificultades de la vida no terminan nunca. No es posible vivir sin dolor. Pero, aún así, también surgen momentos de felicidad como diamantes entre la grava. Ahora he aprendido a alegrarme por las pequeñas cosas. Un rayo de sol, ver cómo brotan las hojas en los árboles, un bocadillo de paté.', expresó la artista.
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'Por fin creo que me he reconciliado con la idea de que padezco una lesión, consecuencia de la radiación, y de que tengo que vivir con ella. He pasado años de mi vida bajo el estigma del dolor, pero nunca me he dado por vencida y no me voy a rendir. Voy a seguir peleando hasta que no pueda más”, pensó en medio de su enfermedad.
A Marie Fredriksson le sobreviven su esposo Mikael Bolyos y sus dos hijos, su hija Inez Josefin, de 26 años, y su hijo Oscar, de 23.
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Roxette, formada en 1986 por Fredrkisson y el guitarrista Per Gessle, vendió más de 80 millones de discos en todo el mundo y sus éxitos incluyeron 'Listen to your heart' ('Escucha tu corazón') o 'It must have been love', que cobró fama mundial por estar en la banda sonora de la película 'Pretty Woman', protagonizada por Richard Gere y Julia Roberts.