La 95 edición de los premios Óscar volvió a desplegar hoy su conocida alfombra, que por primera vez es de dolor champán en lugar de rojo, y los actores Ricardo Darín, Ana de Armas y Jamie Lee Curtis, junto con la modelo Cara Delevingne han sido hasta ahora los más madrugadores y elegantes.
El protocolo de los Óscar establece un código de vestimenta conocido como “black tie”, es decir, que los hombres deben acudir de esmoquin y las mujeres con vestido de noche largo o de cóctel por debajo de la rodilla.
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Muy elegante ha llegado la modelo y también actriz de la serie “Carnival Row”, Cara Delevingne, que ha posado con un vestido de alta costura de Elie Saab, un diseño con escote asimétrico, vistosa lazada al hombro y amplia abertura en la falda.

Ajustándose a este protocolo, la veterana actriz Jamie Lee Curtis, nominada a la mejor actriz secundaria por “Everything Everywhere All at Once”, ha asistido a la gala, celebrada en el teatro Dolby de Los Ángeles (EE.UU.), con un elegante vestido blanco de Dolce&Gabbana repleto de pedrería.
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El blanco también ha sido el color elegido por las actrices Ana de Armas, con un Louis Vuitton; Zoe Saldaña, que ha lucido un vestido lencero de Fendi; Eva Longoria con un Zuhair Murad y Sofía Carson que se ha decantado por diseño de corte princesa de Giambattista Vali y una fabulosa gargantilla de brillantes y esmeraldas de Chopard.