A la par de Jennifer López, Salma Hayek o Penélope Cruz, en la lista de las actrices hispanas más hermosas de Hollywood también figura Jessica Alba. Y con ella nos encontramos, en la suite 1214 del Hotel Four Seasons de Beverly Hills, con la mejor excusa de hablar sobre la película “Machete”, donde demuestra que sigue siendo todo un símbolo sexual en Hollywood.
¿Es muy unida la comunidad hispana entre los actores latinos? ¿Hay cierta amistad, fuera del cine, con otras actrices como Salma Hayek, Penélope Cruz o Jennifer Lopez?
Las amigas más íntimas que tengo en el mundo del espectáculo son muy pocas. La verdad, mis amigas no están dentro de este negocio. Y aunque en el cine apoyo a las mujeres en general, tengo cierta inclinación hacia otras actrices latinas como Michelle Rodríguez o Rosario Dawson y Eva Longoria.
¿Aunque no sean amigas, al menos está de acuerdo en que Salma Hayek y Jennifer Lopez, en cierta forma, abrieron las puertas en Hollywood para las actrices latinas?
Claro, sí, absolutamente.
¿Finalmente se acabó el típico estereotipo de la mujer hispana en Hollywood? ¿Es difícil mantener en cine una latina sensualidad femenina al mismo tiempo que tratan de mostrarse como mujeres fuertes y con carácter?
Creo que es mucho más sensual ver una mujer fuerte con carácter. Es demasiado “caro” ser la típica mujer que sólo está en una película por su belleza (ríe). Significa poco trabajo y se paga mucho menos.
¿Pero es consciente de que ciertas mujeres se fijan en su belleza y miran lo que usa o cómo se ve como un ejemplo de la moda?
Es parte del negocio, pero no es por donde pasa mi energía. Me pagan por hacer publicidades o algún aviso de televisión o me mandan ropa como otra forma de publicidad. Suena gracioso, pero es lo que es. Si tuviera algún problema, me hubiera mudado a otra ciudad. Y como verás... no lo hice.
¿No se preocupa demasiado por verse bien, sin faltar al gimnasio todos los días?
Odio hacer gimnasia y no lo hago regularmente desde que mi hija cumplió los tres meses y medio. Ya pasaron dos años. Claro que debería hacerlo… pero estoy demasiado cansada, aunque pienso pasar por un mejor entrenamiento para la cuarta película de “Spy kids”.
Con raíces latinas por parte del padre de origen mexicano, Jessica Alba se crió en un ambiente norteamericano donde ni siquiera practicó el español. Sin familiares en el mundo del espectáculo, desde la infancia, ella igual soñaba con ser actriz. Y después de estudiar con los fundadores del Atlantic Theatre Company, justo después del éxito de la película “Titanic” logró que James Cameron la contratara como la protagonista de “Dark Angel” en TV. En cine trabajó con Drew Barrymore en “Never been kissed”, aunque el mayor éxito lo obtuvo con el director Robert Rodríguez en “Sin City” y las dos versiones de “Fantastic Four” además de “Into the blue”, ganando con creces el título de símbolo sexual de Hollywood. En la nueva película “Machete” incluso vuelve a mostrar su belleza (al desnudo), donde ni siquiera quedan rastros del embarazo que tuvo hace dos años, cuando nació su hija Honor Marie Warren.
¿Cambió en algo su estilo de vida desde que tuvo a su hija? Por ejemplo, ¿sale mucho menos que antes?
Creo que soy un poco más libre y brava desde que tuve mi bebé, porque una vez que ella está en la cama, nos juntamos con amigos y hacemos fiestas en casa. Suena mal, pero es verdad (ríe). Es algo que antes jamás hubiera hecho. Pero no salgo para nada; prefiero quedarme en casa con amigos.
¿Y las pocas veces que sale sola, aunque ahora esté en pareja, con tanta fama, suelen acercarse hombres tratando de conquistarla, fuera de un estudio de cine?
Nunca se me acercan para invitarme a salir. Nunca. Incluso antes de estar casada, siempre fue un problema para mí.
¿De verdad?
Sí, sí.
Por lo general, cuando tienen hijos, las actrices de Hollywood suelen inclinarse hacia un estilo de cine mucho más familiar. ¿En su caso eligió el camino opuesto?
También estuve en la película “Valentine’s Day”, que era bastante familiar. “The killer inside me” y “An invisible sign” no lo fueron, pero te prometo que voy a cambiar (ríe), porque la cuarta “Spy kids” es una película para toda la familia.
Completamente diferente a “Spy kids”, en la película “Machete”, Jessica Alba aparece como una latina oficial de inmigración, alrededor de un superhéroe hispano llamado Machete (Danny Trejo). Y con un elenco de superestrellas como Robert DeNiro, Lindsay Lohan, Don Johnson, Michelle Rodríguez y Steven Seagal, la historia juega con ciertas realidades sobre los inmigrantes ilegales, más allá de las escenas de acción, al puro estilo de Hollywood.
¿Es una coincidencia que la película “Machete” trate sobre la inmigración y los problemas de la frontera con México, con un tema muy parecido a la polémica ley que impuso Arizona en contra de inmigrantes ilegales?
Ya habíamos hecho la película un año antes de haber pasado la ley de Arizona. Es pura coincidencia que el tema sea parecido.
¿Y qué opina sobre la ficción hecha realidad?
¿Las leyes como la de Arizona? Me parece anticonstitucional y terriblemente racista. Necesitamos una reforma migratoria, sí. Hace tiempo que la necesitamos, pero ésa no es la respuesta.
¿La película hubiera tenido menos relevancia si se hubiera estrenado diez años atrás?
No lo creo. Crecí viendo carteles en la autopista de San Diego, con una madre y un padre que sostienen un niño en el aire. Vivíamos en una ciudad al borde de la frontera, en Texas y cuando nos mudamos a California, mi padre solía llevarme a Tijuana (del otro lado de la frontera con México). Me siento vieja al decirlo, pero veinte años atrás el lugar no era tan malo. Íbamos todo el tiempo. Crecí con esa realidad y es lamentable que justo en el momento en que dictan leyes tan tontas y racistas, la película cobre vida propia.
¿Hasta qué punto cambian los personajes del cine desde el momento que se escribe el guión hasta que se estrena una película? Por ejemplo, ¿pudo opinar o cambiar en algo el rol que le tocó en la película “Machete”?
Robert (Rodríguez) siempre nos dejaba opinar sobre nuestros personajes. En el guión original, por ejemplo, yo interpretaba a unas gemelas que eran muy parecidas y además había muchísimo más sexo.
¿Quiere decir que hay menos escenas de sexo suyas en la película por pedido especial?
Es que no me siento muy cómoda con las escenas de sexo. No soy muy buena en ese sentido; me dan mucho miedo, me pongo muy nerviosa. Por eso no las acepto. Y se lo dije al director Robert Rodríguez, insistí en que la película me parecía muy buena, pero no me sentía cómoda con un personaje así y él enseguida me dijo: “No hay problema; volvemos a escribir el guión y todo va a estar bien porque quiero que hagas algo con lo que te sientas cómoda”. Y así fue como acepté, porque literalmente lo que pensaba que era posible, lo fue.
¿Le gustó interpretar finalmente a una latina en cine?
Me encantó. Mi español era muy malo al principio, pero hacia el final mejoró. Y también quise que fuera así, porque mi personaje al principio era muy gringa y cambia al final.
¿Pero es cierto que en la realidad, a pesar de tener raíces hispanas, no habla bien el español?
Para nada bien. Solamente le hablo a mi hija. Ahora espero que ella sea trilingüe, porque pensamos inscribirla en una escuela francesa, mientras conserva el español en casa.
¿No quiere que su hija pierda el español como le pasó a usted?
No, no, para nada. ¿Estás bromeando? Espero que mi hija tenga mucho más educación que yo. Igual, aprovecho las herramientas que me dieron en la vida y trato de aprender. Siempre estoy empezando un curso para aprender español otra vez, porque tengo una amiga que es profesora y además siento mucho orgullo por mis raíces y me encanta representar a la mujer latina en cine. Por lo general, en cine, no solemos tener personajes que caen tan bien como los roles masculinos y la película, “Machete” muestra que las mujeres son inteligentes, dinámicas y complejas, tan serias y vulnerables como el hombre, aunque sigamos siendo mujeres.