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'Los resultados de las exoneraciones deben ser revisados”

  • 25 febrero 2018 /

    San Pedro Sula, Honduras

    De forma contundente, Rocío Tábora, titular de la Secretaría de Finanzas, puede asegurar que no habrá más impuestos en los próximos cuatro años y que de hecho están trabajando en sus procedimientos para que sean más simples. En una visita a la sala de redacción de Diario LA PRENSA, la funcionaria, en compañía de la designada presidencial María Antonia Rivera, habló sobre las demandas del sector empresarial de la zona norte, con el que tuvo reuniones la semana pasada.

    ¿Qué resultados está dando la exoneración del 15% en el ISV para compra de maquinaria agrícola que aprobaron en 2016?

    Le voy a decir francamente que hasta el momento, pocos. Estamos revisando los procedimientos, porque parece que pequeños y medianos tienen mucha dificultad en los trámites. Estamos trabajando para que tenga un impacto mayor, recogiendo el espíritu con el que nació: de estimular la producción en el agro y abaratar algunos insumos que se requieren.

    ¿Han hecho capacitaciones para que empresarios del agro comprendan estos incentivos?

    Sí, hemos hecho en Tegucigalpa y San Pedro Sula.

    Entonces ahora se hará en coordinación con el ministro de la SAG una revisión más exhaustiva para saber si el cuello de botella está en la ley, yo creo que está más en el reglamento y en otros procedimientos intermedios. Sin duda hay que fortalecer las capacidades de los usuarios y acompañarlos un poco más en los trámites que se tienen que hacer.

    Entre los otros sectores que hay incentivos fiscales, ¿están dando resultados?

    En el tema de incentivos fiscales, que también se le llama gasto tributario, Honduras tiene en ese concepto una de las proporciones en relación con el PIB más altas de la región. Son arriba de siete puntos del producto interno bruto, esto quiere decir que el Estado deja de percibir cerca de 37,000 millones de lempiras en concepto de exoneraciones. La exoneración en sí misma no es mala. Hay sectores que si no tuvieran esos incentivos, no hubieran generado ciertos tipos de empleo en el país; pero hay que hacer una revisión. Nosotros hemos empezado por hacer un inventario en la página web de la Secretaría de Finanzas de todas las exoneraciones que se han dado. Están muy dispersas, hay muchos decretos y deben ser articulados, revisar los resultados que han tenido los incentivos, si vale la pena mantener algunos incentivos que están por vencer, monitorear si el compromiso fue generación de empleo, inversión en infraestructura. Hay que monitorear si se dio el compromiso por lo que hubo exoneración.

    ¿Cómo trabajarán ahora sabiendo ese contexto en incentivos fiscales?

    De aquí en adelante estamos trabajando en una metodología más clara. Los incentivos de ese tipo hay que repartirlos. No podemos tratar con la misma medida a un grande que a un chico. Eso es válido en materia de políticas fiscales, y el principio de equidad lo debemos tener muy presente. Si hay un sector como el agro, que tiene un impacto muy fuerte en la seguridad alimentaria, que encadena a tantos productores pequeños o que tienen ingresos menores a 50 millones de lempiras al año, no lo podemos tratar igual que alguien que gana mil millones al año. Eso es válido no solo en materia del 1.5%, sino de cualquier incentivo o beneficio. Son las cosas que creo que de la mano con el sector privado estamos revisando. Para lo del 1.5% tenemos que poner todas las cartas en la misma mesa y siento que en San Pedro Sula he encontrado una gran lucidez y claridad de los sectores sobre eso, de que no se puede ver aislado; pero sin duda tenemos que dar una respuesta al 1.5%, que bajo ese principio de equidad de que no tratemos igual a alguien que gana más mil millones de lempiras, a alguien que entre 10 millones y 100 millones. Hay sectores que por las características de su trabajo o producción son más afectados que otros. Son los análisis que estamos haciendo y me voy con más claridad después de haber escuchado a todos.

    ¿Cuáles son los factores más importantes que solicitan inversionistas nacionales y extranjeros?

    Lo que he escuchado en diferentes reuniones y lo que diversos estudios señalan es que obviamente, una cosa fundamental para que un inversionista nacional, y también para que un internacional trabaje acá, es la simplificación administrativa. Es decir, que hacer un negocio sea fácil, porque muchas veces detrás de hacer engorroso o difícil un permiso, puede haber factores de corrupción. Hoy en día, la simplificación administrativa va de la mano con el combate a la corrupción.

    Por ejemplo, Arsa, que es la Agencia de Regulación Sanitaria, logró en menos de un año bajar la mora de expedientes, después de décadas enteras de tener pilas de registros sanitarios. Coprisao es otro ejemplo que va avanzado. Hay desafíos todavía; pero ha agilizado el tiempo en el paso de las aduanas y ha simplificado ese tránsito. Los permisos en vivienda y en el sector ambiental tienen también grandes desafíos. Otro factor es lo de la seguridad, sobre todo para el inversionista nacional. Otro es la estabilidad, la tranquilidad, porque ningún país que se mantenga en zozobra durante meses va a poder trabajar y ningún inversionista va a poder sacar emprendimientos si no sabe lo que hay a la vuelta de la esquina, que exponga su seguridad ciudadana o la seguridad de sus bienes. También, el costo de la energía es un factor clave para la competitividad de la empresa y el acceso al crédito está detrás de las demandas de la que los sectores conversan.

    ¿Cómo están siendo financiados los programas de vivienda social que promueve el Gobierno?

    El programa de vivienda tiene dos fuentes: uno es de donde saldrá el aporte del Gobierno a la tasa de interés, porque estos nuevos productos financieros, si la tasa de interés del mercado está a 12.70%, la persona pagará 8.70%, esos puntos de interés los va a aportar el Gobierno. Estos puntos salen de lo que se recauda del incremento que hubo del 12 al 15% en 2014. Para ese 3% se hizo un fideicomiso en el BCH para programas sociales y reactivación de la economía. Ya tengo listos los primeros L180 millones que requiere la banca para empezar a trabajar. Y los fondos de inversión para la construcción de las casas los va a poner la banca privada. Es un movimiento importante que no habíamos logrado hacer antes, pese a muchas reuniones con la Ahiba. Ellos se sienten seguros de utilizar su liquidez. El programa de vivienda de clase media y vivienda de costos menores a los 600,000 lempiras ha generado la confianza suficiente para que ellos inviertan.

    ¿Puede decir que para los próximos cuatro años no habrá más impuestos?

    Puedo ser absolutamente contundente que no habrá más impuestos. Al contrario, estamos revisando algunos esquemas para hacerlos más simples. Frente al tema de cómo hacer un presupuesto, hay que tomar más medidas de austeridad, reducir el gasto, mejoras en la calidad del gasto y también crecer más para ampliar la base de contribuyentes, para generar más ingresos y que todos paguen los impuestos ya establecidos, utilizando el dinero cada vez mejor. No solo es crecer por crecer, porque el hilo conductor para la reducción de la pobreza es el mercado laboral y no siempre un crecimiento económico tiene un mercado laboral fuerte y por ello estamos tomando medidas específicas.