Pasión, conocimiento y paciencia son ingredientes claves para iniciar cualquier proyecto, afirma Iván Eduardo Wolozny, un joven empresario de 29 años que se abre paso en el fascinante mundo de las cervezas artesanales en Honduras y la región Centroamericana con su empresa Cervecería Perla Negra, fundada en el 2018.
La idea de este negocio nace tras una conversación con su padre, el destacado empresario Rubén Wolozny, quien tuvo la oportunidad de visitar un “taproom” en el estado de Carolina del Norte, EE UU, en donde pudo degustar diferentes tipos de cervezas, una experiencia que decidieron emular en San Pedro Sula. El “taproom” es un bar donde las cerveceras sirven sus propias cervezas.
En ese momento, Iván, quién trabajaba en el área administrativa, comienza a investigar el mercado local y descubre el potencial de las cervezas artesanales. Armado con un kit de producción y la olla de sopa de su mamá, comienza a fabricar cerveza en la cocina de su casa, dispuesto a aprender todo sobre el proceso de producción de esta bebida.
Iván, quien estudió Administración de Empresas en la Universidad de Richmond Virginia, comienza a ver videos en YouTube, a leer libros sobre esta temática, a participar en conferencias en Estados Unidos y a buscar la asesoría de mentores.
En esta etapa, la paciencia se convirtió en su mejor aliada. “El pastel no se come de un bocado, el pastel se come por cucharadas”, afirma Iván, quien absorbía todo el conocimiento que, a su criterio, era necesario para impulsar su proyecto empresarial.
Un error que cometen los emprendedores, advierte el joven emprendedor, es querer asumir los retos de la industria sin empezar a trabajar en lo más básico. “Para empezar, no corran a vender, no corran a comercializar, no corran a hacer marca”, aconseja.
Al mismo tiempo, recomienda: “Enamórense de la historia, enamórense del origen, enamórense de su propio esfuerzo y olvídense del dinero (...) Si ustedes se enamoran del proyecto y lo transmiten a su clientela, el dinero viene como recompensa”.
A los futuros emprendedores, los insta “a buscar algo que los apasione de verdad, que los trastorne y no permitan que nadie les diga que están locos y que van a fracasar. Solo sigan comiéndose el pastel, una cucharadita nada más”.
Una marca ganadora. En el 2020, el negocio comienza a operar en el edificio ubicado en barrio Río de Piedras, San Pedro Sula, entre 3 y 4 avenida, S.O., el cual cuenta con un “taproom” para que los amantes de la cerveza artesanal puedan vivir la experiencia de Cervecería Perla Negra.
Iván Wolozny está dispuesto a llevar a su marca a los más altos niveles de la industria. En este sentido, las competencias internacionales en países como Ecuador, México y toda Latinoamérica, se han convertido en una excelente plataforma para la marca.
En marzo de 2022 decidió elevar el nivel de competitividad al participar en el evento “Best of Craft Beer Awards”, uno de los concursos de cervezas más grandes en Estados Unidos que se realiza en la ciudad de Bend, Oregón.
Fue en esta prestigiosa competencia que Cervecería Perla Negra ganó la medalla de oro con la cerveza Fuego de Rebeldía. En el 2023 también logró el primer lugar en la Copa Cervecera Pacífico con la cerveza Tierra de Aventura.
Iván señala que estos triunfos son un respaldo a la calidad de las cervezas que produce. “Para nosotros es un honor representar al país en estas competencias, pero lo hacemos como una promesa de calidad a nuestros clientes (...) Una cerveza que sigue ganando medallas, no puede ser una cerveza que ha bajado de calidad”, enfatiza.
Este año participará como juez invitado en la 3era. Edición de la Copa Centroamericana de Cerveceros Caseros que se realizará en San Pedro Sula del 23 al 27 de mayo, la cual tiene como objetivo impulsar la cultura y el conocimiento cervecero de la región. El evento es una oportunidad “para enseñarle a Centroamérica que hay buena calidad en estos productos”, asegura.
El C4 está integrado por Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica y Panamá. “Centroamérica es una región en crecimiento en temas de cervecerías artesanales, la comunidad es tan pequeña que nos hemos vuelto bien unidos”, destaca.
En este sentido, Iván parafrasea a sus mentores quienes le decían que “cuando se levanta la marea se suben todos los barcos”. Y reflexiona: “Entonces mi meta como proyecto y como cervecero es trabajar en la marea. No tanto mi barco, porque si levanto la marea, pues todos ganamos”.
Tesoros escondidos. Iván Wolozny está muy orgulloso de sus “Perlas” que poco a poco están ganando espacio en el gusto de los consumidores nacionales. A continuación, nos presenta las diferentes cervezas artesanales que ofrece en el mercado local, desde la más clara hasta la más oscura.
Cuenca de Oro: es la introducción al mundo de las cervezas, es la más tradicional o clásica que se inspira en las tradiciones cerveceras clásicas alemanas.
Viento de libertad: es una Weissbier de origen alemán de color pajizo, típico de una cerveza de trigo que sobresale por ser ligera y refrescante.
Salto de Valor: es una American IPA, que son cervezas un poco más intensas, cargadas de aromas y sabores tropicales o frutales.
Mar de Gloria: es una lager austríaca que, por su color cobrizo, se ve más radiante y elegante.
Fuego de Rebeldía: es la cerveza más galardonada de Cervecería Perla Negra, con un total de cinco medallas internacionales.
Tierra de Aventura: es la cerveza más oscura, con sabor más achocolatado y notas de café. Es la más retadora, al invitar a romper el paradigma de las cervezas oscuras.
Para el joven emprendedor una cerveza que represente a San Pedro Sula debe tener ingredientes locales como el maíz y el arroz “para agregarle un poco más de tonalidad y ligereza”. También debe ser festiva, ya que a los sampedranos “nos encanta celebrar”.
Iván invita a los hondureños a disfrutar de las cervezas artesanales que se producen en el país. Señala que, si prueban un producto que no les gusta, “no generalicen y no categoricen a todas las empresas de esa industria por ese producto”.
Y, por supuesto, también los invita a vivir una gran experiencia en el “taproom”, donde siempre buscan hacer diferentes actividades. “Como la cerveza, siempre estamos cambiando, siempre estamos mejorando”. La promesa a los clientes es que nunca verán lo mismo.
