Tegucigalpa, Honduras.
De acuerdo con el Banco Central de Honduras (BCH), el Estado ahorraría millones anualmente si emitiera monedas en lugar de los billetes de baja denominación.
“Desde el punto de vista de costo para el Estado Honduras, sería más eficaz que billetes de baja denominación como pueden ser de uno, dos y cinco lempiras se pudieran utilizar en monedas”, indicó el todavía presidente del BCH, Marlon Tábora.
El funcionario ofreció la cifra de L400 millones invertidos el año pasado en la fabricación de billetes nuevos; aunque sin especificar si dicha cifra correspondía al gasto total que representan los billetes de todas las denominaciones o solo se refería a los de baja denominación.
El ahorro se produce en función de la duración de las monedas. “Una moneda puede durar 20, 25 años; en cambio, un billete después de dos años se deteriora”, aclaró Tábora.
Por esta razón, el funcionario dejó entrever la posibilidad de que el BCH haga un análisis sobre este asunto y resulta una idea más factible que el recién descartado billete de mil lempiras.
De acuerdo con el Banco Central de Honduras (BCH), el Estado ahorraría millones anualmente si emitiera monedas en lugar de los billetes de baja denominación.
“Desde el punto de vista de costo para el Estado Honduras, sería más eficaz que billetes de baja denominación como pueden ser de uno, dos y cinco lempiras se pudieran utilizar en monedas”, indicó el todavía presidente del BCH, Marlon Tábora.
El funcionario ofreció la cifra de L400 millones invertidos el año pasado en la fabricación de billetes nuevos; aunque sin especificar si dicha cifra correspondía al gasto total que representan los billetes de todas las denominaciones o solo se refería a los de baja denominación.
El ahorro se produce en función de la duración de las monedas. “Una moneda puede durar 20, 25 años; en cambio, un billete después de dos años se deteriora”, aclaró Tábora.
Por esta razón, el funcionario dejó entrever la posibilidad de que el BCH haga un análisis sobre este asunto y resulta una idea más factible que el recién descartado billete de mil lempiras.
