Cae la noche en Toncontín y amanece en Palmerola. Para muchos, nostalgia y tristeza tras la larga, agitada y no bien valorada historia del aeropuerto de la capital mientras que el optimismo, reflejado en múltiples declaraciones, el futuro prometedor y el camino hacia la prosperidad abren sus puertas en la zona central con la anunciada próxima llegada del primer vuelo internacional.