La muerte de Javier Hércules Salinas, quien además trabajaba como taxista y era originario de Santa Ana, El Salvador, ha causado consternación en el gremio periodístico.
A pesar del peligro que corría su vida, Hércules Salinas no andaba resguardado de forma permanente por algún elemento de la Policía Nacional o de las Fuerzas Armadas, como ocurre en otros casos.