Biden es uno de los mandatarios mundiales que acude este fin de semana a la capital británica para asistir el lunes al funeral de Estado de la reina Isabel II, fallecida el 8 de septiembre con 96 años después de siete décadas en el trono.
El pontífice envió un telegrama al nuevo soberano británico, Carlos III, en el que lamentaba el fallecimiento de su madre y ensalzaba su “servicio incansable por el bien” y “el ejemplo de devoción al deber” de Isabel II.
Los escoceses dan el último adiós a la reina Isabel II con una multitudinaria procesión y un servicio religioso. Sus restos serán trasladados mañana a Londres.