A 21 días de haberse suscitado la privación de la libertad de 24 personas en el sector de Baracoa y el Crique Las Marías de Tela todavía no hay rastros de ellas.
Las autoridades policiales informaron que esta semana intensificarán la búsqueda de los desaparecidos por agua porque existe la presunción que hayan tirados sus cuerpos al mar o a los caudales de los ríos Ulúa y Chamelecón que desembocan en las zonas costeras de Puerto Cortés.
Se informó que para el rastreo acuático las autoridades de la Policía y el Ministerio Público contarán con el apoyo de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) y de las Fuerza Naval de Honduras.
La búsqueda la realizarán con lanchas, buzos, y equipo tecnológico como escaners. Las indagaciones de las autoridades indican que una de las organizaciones delictivas que opera en esa zona tiene como modus operandi tirar al mar y a los ríos los cuerpos de las personas que matan.
La desaparición múltiple se originó el 10 de junio cuando en el sector de Baracoa fueron secuestrados doce hombres, uno de los cuales iba a comprar unos terrenos en esa zona.
Los doce hombres, según las autoridades policiales, fueron privados de su libertad por una organización del narcotráfico que opera en esa zona y en el sector del Ramal del Tigre de Tela donde está ubicada la aldea El Crique Las Marías.
La venganza
El 17 de junio 14 vecinos de la aldea Crique Las Marías fueron privados de su libertad en venganza por el secuestro de los doce personas en Baracoa, de acuerdo a las averiguaciones de la Policía.
Los 14 vecinos de El Crique Las Marías fueron secuestrados por unos 50 individuos vestidos de militares que incendiaron bienes y motocargas en la comunidad.
Los moradores de la aldea se vieron obligados a abandonar su comunidad porque los delincuentes les advirtieron que si en 24 horas no se iban regresarían a quemarles las casas y a matarlos.
Los moradores de la comunidad Crique Las Marías fueron desplazados de manera forzosa del lugar por los secuestradores.
Vendetta entre narcos
El director general de la Policía, Juan Aguilar Godoy, sostiene que la desaparición de las diez personas en Baracoa y de los 13 vecinos de la aldea Crique Las Marías “son hechos en común destinado en un enfoque generalizado que es una vendetta por cuestiones de narcotráfico derivado de un supuesto acto de violación que derivó en la muerte de una persona”.
Aguilar ratifica que los dos hechos son “en base a una vendetta que se tienen dos organizaciones criminales dedicadas exclusivamente a lo que es narcotráfico y narcomenudeo”.
El jefe policial informó que también está “plenamente identificado que hay vinculación exacta entre una de esas bandas criminales y las personas que fueron detenidas en una casa de la colonia Villas Mackay donde hubo la explosión de una granada en la cual resultaron heridos los detenidos y faltan dos personas que escaparon del sitio del suceso”.
El director de la Policía manifestó que el arsenal encontrado en Villas Mackay era para armarse y “hacerse frente entre en unos y otros”.
En cuanto al desplazamiento forzado de los vecinos de la comunidad El Crique Las Marías el general de policía Aguilar Godoy indicó que desde el pasado miércoles se instaló un campamento en el lugar “y poco a poco la gente va a volver a su lugar de origen”.
Aguilar dijo que la vigilancia policial será permanente y el fin es que los pobladores permanezcan en la aldea.
