“Dios mío, que no sean ellos, por favor, Dios mío”, decía Nidia Canales entre el llanto mientras las autoridades cortaban con una tijera la primera de dos bolsas en las que fueron encontrados los cadáveres de dos amigos.
Las víctimas identificadas como Franklin Armando Ramírez Henríquez (18) y Maynor José Escobar Vásquez desaparecieron el jueves aproximadamente a las 3:00 pm de un sector de Cofradía, cuando hacían su jornada diaria de trabajo como conductores de mototaxis.
Sus familiares les hicieron varias llamadas a sus celulares, las que jamas fueron contestadas. Cuando no regresaron a sus viviendas, los parientes decidieron avisra la noche del jueves a la Policía, la que los apoyó en la búsqueda de los dos jóvenes que parecían haber desaparecido sin dejar rastro.
A las 8:30 am de ayer entre las aldeas 15 de Enero y El Mango, de Quimistán, Santa Bárbara, en una finca platanera, familiares de los jóvenes junto con policías encontraron uno de los mototaxis en que se transportaban los desaparecidos.
A la unidad le habían robado, radio, batería, y la llanta de repuesto, por lo la Policía manejaba como primera hipótesis que podía tratarse de un robo.
Los agentes bucaron por toda la finca, pero sus esfuerzos no tuvieron resultados hasta las 3:30 pm de ayer cuando vecinos de la colonia 10 de Enero de Cofradía reportaron la existencia de dos bolsas negras en una hondonada a orillas del campo de futbol de la colonia.
Familiares llegaron al lugar y la espera por saber si se trataba de sus muchachos se alargaba mientras los agentes de Inspecciones Oculares revisaban la escena en busca de evidencias.
Cuando las bolsas eran sacadas de la hondonada por voluntarios, una se rompió dejando ver una camisa rayada rojo y negro con la que inmediatamente familiares identificaron a Ramírez Henríquez.
Ambas víctimas estaban atadas del cuello con un lazo y no presentaban ninguna herida. Se presume que fueron estrangulados.
