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'Los enemigos de la libertad han recurrido siempre a la hoguera': Premio Cervantes

  • 23 abril 2013 /

El escritor español José Manuel Caballero Bonald reivindicó hoy, en su discurso de agradecimiento del Premio Cervantes

    El escritor español José Manuel Caballero Bonald reivindicó hoy, en su discurso de agradecimiento del Premio Cervantes, 'la potencia consoladora' de la poesía, tan necesaria en un mundo como el actual, 'asediado de tribulaciones y menosprecios a los derechos humanos'.

    Sus ideas también son que la libertad y la poesía son herramientas para corregir las erratas de la historia o la defensa de la palabra 'contra los desahucios de la razón'.

    El poeta ha hecho alusión a los 'enemigos históricos de la libertad, que han recurrido desde siempre a una suprema barbarie: la hoguera', ya fuera 'para quemar herejes o quemar libres'.

    Por ello, ha añadido que 'la quema de libros es una metáfora de la esclavitud. Destruir, prohibir ciertas lecturas, ha supuesto prohibir, destruir ciertas libertades. Quien no lee es apto para la sumisión', ha insistido Caballero Bonald.

    Y es que el discurso del poeta, novelista y memorialista gaditano ha sido toda una defensa de la capacidad curativa de la poesía, de 'su potencia consoladora frente a los trastornos y desánimos que pueda depararnos la historia', subrayó Caballero Bonald, algo nervioso mientras leía su discurso en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, pero firme en sus ideas y planteamientos.

    Una firmeza de criterio y rebeldía que ha caracterizado toda su vida y que ha llevado a este escritor, superviviente de la generación de posguerra, la de los cincuenta, a ser considerado un eterno desobediente e insumiso.

    'Siempre hay que defenderse con la palabra de quienes pretenden quitárnosla. Siempre hay que esgrimir esa palabra contra los desahucios de la razón', añadía el escritor gaditano en un acto solemne que constituye el acto central del Día del Libro, en el que se conmemora la muerte de Cervantes y de Shakespeare.

    Sus inicios como lector y escritor, la poesía que encierra toda la obra de Cervantes y el uso que hizo de la libertad como fecundo condimento literario fueron otros de los temas que ha tratado el autor. Un navegante, un marinero, hoy en tierra, al que por fin después de mucho pelear le ha llegado este gran premio que durante años se le resistía.

    La entrega del Premio Cervantes estuvo presidida, por segundo año consecutivo y por la convalecencia del Rey, por los Príncipes de Asturias, quienes estuvieron acompañados por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.

    Wert precisó que Caballero Bonald fue 'uno de los artífices de la gran renovación poética que llevó a cabo la generación de medio siglo, una pléyade de creadores excepcionales que irrumpió en las letras españolas con la peregrinación a Collioure (Francia) en 1959 para rendir homenaje a Antonio Machado'.

    Caballero Bonald -continuó- añade su nombre al de los grandes de las letras hispánicas por una obra 'valiente, duradera y personal', por una poesía 'que redime, salva y libera', en la que están presentes las tradiciones culta y popular de 'toda la geografía del español', junto con la del modernismo transoceánico, la de la novela latinoamericana o la del cante jondo'.

    Un crisol presente, indicó, en la obra de 'este andaluz de Jerez, de raíces familiares cubanas y francesas', que constituye uno de los pilares en que se asienta el puente que enlaza a España con Iberoamérica.

    El Príncipe Felipe, que cerró el acto de entrega del Premio, ensalzó la 'palabra libre' de José Manuel Caballero Bonald, y alabó su 'integridad extrema' y su 'lucidez y valentía', considerándole un 'referente del rigor literario'.

    Acompañado de doña Letizia y en presencia de Mariano Rajoy, en el histórico paraninfo de la Universidad, don Felipe definió a Caballero Bonald como 'un navegante solitario, resistente a las modas y las actitudes gregarias, frente a las cuales ha mantenido un constante desafío de infractor'.

    'Solo una palabra libre puede sacudir letargos y remover conciencias', subrayó en un discurso no solo dedicado a la poderosa vertiente literaria del galardonado, sino también a su compromiso vital porque, dijo, 'la inquietud, a veces interpretada como disconformidad, ha sido un elemento clave en su trayectoria vital y literaria'.

    A la ceremonia del Premio Cervantes acudieron, además de las autoridades, la familia de Caballero Bonald: su mujer, Pepa Ramis, con la que lleva 53 años, una mujer que siempre le ha acompañado y que hoy se sentía muy feliz. 'Siempre estoy detrás de él, toda la vida y me siento muy orgullosa', dijo.

    Y también dos de los cinco hijos del escritor (José Manuel y Julia) y tres de sus seis nietos: Agar, Álvaro y Julia. Además de la hermana del autor de 'Manual de infractores', María Julia.

    La jornada de hoy ha sido una de las citas del Cervantes a la que más escritores y personalidades de la cultura han acudido. Entre ellos, dos premios cervantes: Ana María Matute y Antonio Gamoneda.

    También quisieron acompañar al poeta, el cantante Miguel Ríos, y los poetas Felipe Benítez Reyes, Benjamín Prado, o Luis Eduardo Aute, además de los escritores y periodistas Fernando Delgado, Nativel Preciados o Miguel Ángel Aguilar,

    Un público muy heterogéneo, entre los que también se hallaban los políticos Alfonso Guerra y Carmen Alborch.