Un tercer monarca abdica al trono en el año. La primera fue la reina Beatriz de Holanda, luego el Emir de Qatar y ayer el rey Alberto II de Bélgica, rumor que hace días se escuchaba en los medios de comunicación rosa en el país belga.
El rey anunció que abdicará en favor de su hijo, el príncipe Felipe, durante un discurso transmitido en las cuatro cadenas de televisión nacional y emisoras de radio del país.
“Tengo intenciones de abdicar el 21 de julio, día de nuestra fiesta nacional” dijo. “Mi edad y mi salud no me permiten ejercer mi función como quisiera”, explicó el rey de 79 años.
“Tras 20 años en el trono, el momento ha llegado para pasar el testigo a la generación siguiente”. El príncipe Felipe, duque de Brabante, de 53 años, heredero del trono y casado con la princesa Matilde, “está bien preparado para sucederme”, indicó el rey que ascendió al trono inesperadamente debido a la muerte de su hermano, el rey Balduino, quien no tenía hijos.
En Bélgica la monarquía ha contado con el respaldo de la población pero el hijo mayor de los reyes, considerado demasiado tímido, no goza de esa misma popularidad, según recientes sondeos, aunque muchos creen que podría dar frescura al trono. “No tiene ni la energía ni la fuerza de su padre”, opinó Nathalie Clicteur, una funcionaria de 47 años. Pero “el rey está cansado y tiene derecho a renunciar”, añadió.
Polémica
La familia real belga ha sido este año protagonista de una ola de escándalos que han llenado páginas y páginas de la prensa rosa. La reina Fabiola, quien nunca abdicó tras la muerte de su esposo, el rey Balduino, indignó recientemente a la población el haber creado una fundación para salvar su herencia de los elevados impuestos, en los peores momentos de la crisis europea. Y eso no es todo, según una biografía no autorizada, el rey habría tenido una hija, Delphine Boël, de 45 años, de una relación extramatrimonial con una aristócrata belga, la baronesa Sybille de Selys-Longchamps. La presunta hija solicitó a la justicia belga someter a pruebas de ADN al monarca y al príncipe heredero con el fin de demostrar su parentesco.
El tribunal civil de Bruselas fijó el 3 de septiembre para celebrar una audiencia sobre el caso.
