12 platillos sampedranos para disfrutar en la Feria Juniana

En la comida de la costa norte se fusionan bien las harinas de maíz y trigo. Muchos familias preparan esta delicia para sus desayunos, tardes u ocasiones especiales. Los pastelitos catrachos tienen una base de harina de maíz mezclada con achiote, sal, pimienta y cominos. La proteína por lo general es carne de res o cerdo acompañada con papas bien picadas con chile verde y cebolla. Los pastelitos se fríen en aceite bien caliente y se sacan cuando están dorados. El platillo se presenta con repollo rallado, chimol, encurtido, salsa roja y queso rallado.

Para hacer un pastelito de harina frito, lo ideal es amasar una buena masa y dejarla reposar por lo menos una hora. Este bocadillo puede rellenarse de carne de pollo desmenuzado, carne molida con chiles y cebollas o chorizo.

El nombre de pollo 'chuco' nace por la forma en que se fríe el pollo, ya que se deposita en abundante aceite caliente; solo de esta manera se pone crujiente el exterior, hecho con una base de harina de maíz con especias locales. Otra interpretación del origen del pollo 'chuco' es porque en cada esquina de las zonas más populosas de la ciudad -Medina, Cabañas, El Centro, Barandillas, Satélite, Santa Martha y otras-, muchas familias salen al mediodía o por la noche de su casa a freír el pollo y las tajadas en freideras sobre una pequeña estufa de LPG. Por lo general, muchos sampedranos disfrutan de este plato una vez a la semana. Lo típico es comer la pieza de pollo y acompañarla con tajadas de guineo recién hechas, repollo finamente picado, chimol, encurtido y salsa de tomate o una mezcla de mayonesa y mostaza.

El sabor de la tortilla tostada se disfruta en un taco flauta recién hecho. Su preparación es muy fácil, pero se necesita perfeccionar la técnica para resaltar el sabor de los vegetales y la carne. La base es una tortilla de maíz grande que por lo general se compra en el mercado Guamilito. Dentro se coloca el pollo desmenuzado cocinado a fuego lento con especias, cebolla, tomate, apio, culantro y otros. Se enrolla la tortilla con la carne y se le ponen dos palillos de madera para evitar que se deshaga al freírla en aceite bien caliente. Se acompaña por lo general con repollo, chimol, salsa roja, mayonesa con mostaza, encurtido y queso.

Los guineos o plátanos verdes, aunque no se siembren en San Pedro Sula, abundan en las zonas aledañas, lo que incrementa su venta y consumo en la ciudad. Por lo general se hacen cocidos o fritos. De esta forma, muchos disfrutan más de su sabor al cortarlo en finas tajadas y freírlas en abundante aceite. Cuando las tajadas están en su punto las secan con una hoja de papel toalla y les agregan carne molina preparada con chile, cebolla, ajo, pimienta y cominos. Algunos añaden pasta de tomate para darle un sabor especial a la carne.

En San Pedro Sula se disfruta de la variedad de tamales de hoja de guineo, tamalitos de maíz o montucas. El tamal es un alimento de origen prehispánico y ritual, que ha perdurado a lo largo de la historia a pesar de las influencias e incursiones de otras cocinas. La preparación de tamales tiene su origen en la época prehispánica, cuando no se usaba únicamente como comida de la gente común, sino de los sacerdotes y nobles en ceremonias especiales de ayuno.

Si no tiene mucho dinero o no quiere hacerse una comida más preparada, lo ideal es tomar un pan blanco y partirlo por la mitad, agregarle frijoles fritos, huevo o queso. También lo puede acompañar con algún embutido o carne.

Una rica comida para disfrutar con la familia. En la mayoría de los casos, este plato se acompaña con plátano verde o maduro, frijoles fritos, huevo picado o estrellado. Algunas personas agregan embutidos, algún tipo de carne de res o cerdo más encurtido y aguacate. Si se le quiere dar un sabor más campestre, se adicionan tortillas.

No hay una noche o fin de semana en que la gente no salga a comer una carne o chuleta asada con tajadas. En Circunvalación, El Centro y otros sectores de la ciudad se puede disfrutar de este plato acompañado de abundantes tajadas de guineo o plátano verde. Algunos de los lugares más destacados son Carnitas Campeón, Las Acacias, Las del Turco, El hijo de Cacho, Mathews y otras en las colonias sampedranas.

Si disfrutas del sabor de la carne molida, el huevo cocido, el chimol y una rica tortilla tostada, las enchiladas hondureñas deben ser uno de tus platillos preferidos. Si quieres hacerlo en casa, tienes que picar cebolla, chile, ajo, tomate y sofreírlos en una sartén con una cucharada de aceite, agregar la carne molida de res y revolver. Picar la papa en cubos pequeños y agregar la cocción de la carne. Añadir sal y pimienta al gusto. Luego poner un poquito de agua y seguir revolviendo. Dejar cocinar unos 30 minutos a fuego medio hasta que no quede mucho líquido. Cortar el tomate y los dos huevos en rodajas y reservar. Freír las tortillas en una sartén con aceite bien caliente hasta que queden tostaditas por ambos lados. Una vez doradas, sacar y quitar el exceso de aceite con papel toalla. Para servir, adicionar repollo picado, una rodaja de huevo y de tomate, queso rallado y salsa de tomate al gusto.

Otra forma de disfrutar el sabor del maíz es colocar los elotes sobre brasas. Muchos sampedranos les agregan limón, sal o chile; otros simplemente mantequilla.