“Hasta alitas comieron en mi nombre”: hondureño al que le clonaron la tarjeta

“Recién había abierto mi cuenta y tenía poco dinero, como 3,000 o 4,000 lempiras. Fue en los días de pandemia. Nunca lo retiré, pero un día fui al banco y saqué un estado de cuenta y vi que tenía cinco movimientos hechos desde una app de delivery. Y dije en ese momento: esto no me cuadra”.

“José”, nombre ficticio de un ciudadano afectado por un delito financiero, no se explica cómo alguien hizo compras con los ahorros de su cuenta bancaria cuando él jamás había hecho un pedido por la aplicación y ni siquiera la tenía descargada.

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“Hicieron un montón de compras en fechas cercanas, con diferencia como de tres días. Fue algo así como que habían comido alitas en mi nombre”, lamentó.

Señala que jamás supo quien lo hizo, pero él está seguro que tuvo que ser alguien del banco. “Yo no había hecho ningún movimiento y ni siquiera había metido la tarjeta en plataformas de e-commerce, ni en nada. Me pareció algo feo”, señaló.

Para su sorpresa, el reclamo fue una odisea, ya que esperó casi cuatro horas para que lo atendieran y más de seis mese s para que le hicieran la devolución.

“A los bancos no les gustan estos reclamos porque prácticamente ellos pierden porque tienen que devolver ese dinero. Asumen la culpa”, lamentó.

LA PRENSA Premium reveló cómo operan las bandas clonadoras de tarhetas bancarias en Honduras. Algunos grupos están dirigidos por extranjeros que reclutan a empleados hondureños de gasolineras, restaurantes y joyerías.

Datos analizados por este medio muestran que de 2020 a la fecha se han interpuesto en la Fiscalía hondureña al menos 90 denuncias por este delito (y otros asociados).