Prevén que temporada ciclónica de 2023 sea muy similar a la de 2020
Solo en el municipio de Choloma corren riesgo más de 50,000 personas. Continúa lenta la reparación y construcción de bordos de contención en la región.
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San Pedro Sula
Todo el valle de Sula quedó más vulnerable luego de las tormentas Eta y Iota suscitadas a finales de 2020.La fragilidad de esta rica región del país pasa porque los ríos Ulúa y Chamelecón quedaron azolvados y sus caudales transitan más cerca de las comunidades.
En los últimos años se ha reportado una deforestación enorme, lo que provoca que independientemente de la cantidad de milímetros de lluvia que caigan sobre montañas, esta termine depositándose en la cuenca.
Además, las comunidades se están asentando más cerca de los ríos y genera que haya más damnificados y albergados.
Frank Antúnez, subcomisionado noroccidental de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), dijo a LA PRENSA Premium que la situación en el valle es difícil después de Eta y Iota.
“Hemos estado de emergencia tras emergencia y hay puntos donde no se puede entrar. Hemos identificado unos 107 puntos donde ya se empezó a trabajar, pero serán 184”.
El funcionario regional detalló que en lo que va del año invirtieron más de 300 millones de lempiras en reparación de bordos, cajas puente y más.
Concordó que de todos los municipios afectados en la zona, La Lima es el epicentro de los daños y a la fecha no se recupera pese a los esfuerzos hechos.
- > 200 millones de lempiras han desembolsado para mitigar daños en lo que va de 2022, según el FHIS.
- > 14 tormentas y huracanes se han formado en lo que va de 2022, según recuento de Copeco.
Explicó que han realizado labores de limpieza en canales de alivio, reparaciones y reconstrucciones, al tiempo que aceptó que la solución final pasa por la edificación de la represa El Tablón, que tardaría años en levantarse.
Antúnez, además, reconoció que las filtraciones e inundaciones seguirán porque lo que hacen únicamente son labores de mitigación.
La institución indicó que se necesitan 25 estaciones telemétricas y 25 metereológicas para supervisar los niveles de los ríos, medir los parámetros como temperatura, presión y caudales; el monitoreo del viento, agua, aire y más.
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Hasta el momento únicamente funcionan tres luego que Eta y Iota destruyeran 22, algunas serán reparadas, pero esto representa unos 850,000 lempiras de manera individual.
Equipo de ingeniería de la estatal argumentó que los bordos siguen presentando problemas porque los agricultores siembran en los alrededores y porque palmeros los usan como caminos para transitar.
Proyecciones
Alberto López, meteorólogo en el valle de Sula, se refirió a la vulnerabilidad que enfrenta la población y especificó que puntos como El Progreso, Choloma, Villanueva, Pimienta y principalmente La Lima son los más expuestos a inundarse.
“La Lima ya no necesita tener un fenómeno fuerte, con 20 0 30 milímetros de lluvia ya hay 12 o 15 barrios inundados, porque el sistema hidráulico colapsó”, pormenorizó el especialista.
Recordó que en junio pasado comenzó la temporada ciclónica y nunca se había visto en la historia de la meteorología de Honduras algo así, puesto que octubre y noviembre suelen ser los meses pico.
Prosiguió diciendo que durante enero, febrero y marzo de 2023 posiblemente bajen las cantidades de lluvia, mientras que abril, mayo y junio será una fase neutra.
“Hasta ahora se prevé que la temporada ciclónica de 2023 sea activa, parecida a 2020. Recordemos que hace dos años hubo 23 tormentas que pasaron cerca y unas pocas entraron como Eta y Iota”, apuntó.
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El ministro del Fondo Hondureño de Inversión Social (Fhis), Octavio Pineda, declaró que en los que va del año han invertido casi 200 millones de lempiras, más los L550 millones que desembolsó la administración pasada.
De esto, solo para La Lima han destinado cerca de 50 millones de lempiras entre canalización, dragados, mejoramiento y reconstrucción de bordos.
“Tenemos casi 850 kilómetros entre canales artificiales, naturales y los dos grandes ríos Ulúa y Chamelecón en todo el país. Encontramos una afectación de entre el 80 y 90% del municipio de La Lima, sumado a San Manuel, Potrerillos, Choloma, Puerto Cortés, Omoa, entre otros”, precisó Pineda.Mencionó que al definir la magnitud de daños comenzaron a focalizar la ejecución de proyectos.
“La represa El Tablón es un proyecto que solo se llevará a cabo si trabajamos juntos. Hacemos todo lo posible para recuperar los espacios en el valle de Sula y que la población no tenga que estar saliendo por esto”, concluyó el ministro.
Con la construcción de El Tablón se espera prevenir las inundaciones en el valle de Sula, pero funcionaría en los próximos tres años. Tendrá un costo de unos 2,800 millones de lempiras y, aunque aún no están los fondos, ya se aprobó el proyecto.