“El Estado debe pedir perdón por la muerte de Wilson Ariel”

“La muerte de Wilson Ariel nos ha dejado profundas secuelas en la familia y un vacío que nunca se va a llenar”, relató Yefry Pérez, hermano del joven barrista del equipo Real España por cuyo crimen están acusados cuatro agentes de la Dirección Policial Antimaras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco).

El joven Wilson Ariel Pérez, de 21 años, fue ultimado el 31 de mayo del 2022, dos días después de que agrediera a una oficial de la Policía en el Estadio Olímpico tras concluir el partido de la gran final entre los equipos Real España y Motagua.

Yefry dijo que a dos años de la muerte de su hermano “es bien difícil, primero el factor familia y luego el hecho de que fuimos muy pegados, compartíamos alimentos, habitación, música, y fútbol”.

Refirió que inclusive después de la muerte de Wilson se dio el suicidio de un sobrino que era bien pegado con él.

Pérez indicó que todos los mensajes que posteaba en su cuenta el joven iban dirigidos a la falta de Wilson.

En el caso de la mamá del barrista el impacto de su muerte es más en días especiales como la fecha de cumpleaños de Wilson o en el día de la madre.

Para Yefry está claro que los policías quisieron hacer creer que su hermano se había enfrentado con ellos, lo cual es falso. Recordó que también está lo que se dijo del chaleco antibalas porque “aparentemente ellos le pegaron un balazo al chaleco para hacer creer que Wilson les había disparado y que la bala le había impactado en uno de los policías, montaron la escena”.

Pérez dijo que el dictamen de Medicina Forense establece que Wilson murió de un balazo en la espalda lo que desvirtúa la versión de los agentes que el joven se estaba enfrentando con ellos porque de ser así el balazo le hubiera impactado de frente.

Expresó que no cree que los acusados por la muerte de su hermano estén presos porque “así como es la justicia en Honduras no creo”.

“Esperamos que se haga justicia y además que el Estado no se si será el Ministerio Público o la Secretaría de Seguridad o quien sea el indicado que pida un perdón público por todo eso que se dio porque Wilson no fue nunca ningún marero”, señaló Pérez. “Wilson era como todo joven con sus actividades con el fútbol y con las fiestas, pero nunca involucrado en lo que ellos dicen”, aseguró Pérez.

Dijo que la pistola con la cual los policías pretendían hacer creer que andaba Wilson se la implantaron.

Yefry Pérez refirió que cuando mataron a su hermano Wilson hacía pocas semanas se había unido con su pareja y tenía grandes ilusiones como procrear su familia.